![]() La matemática puede aprenderse de chico y jugando - Universitarias26/05/2011 "Los contenidos memorizados no sirven si no se entienden, y en el 'cole' no suelen entrenarnos para entender".
- ¿Y entonces cómo nació el amor por la matemática y la física? - Aprendí matemática muy chico, casi jugando. Desde 4º grado participé de las Olimpíadas. Y en el secundario, la sensación de que perdía el tiempo la compensaba en las horas extras. El colegio tenía capacidad de decisión sobre los contenidos y en esas horas tuvimos talleres de física y de matemáticas donde nos divertíamos muchísimo. Así, cuando el "profe" me propuso participar en olimpíadas de Física acepté entusiasmado. - ¿Por qué a tantos chicos esas materias les dan terror? ¿Qué se puede hacer? - La solución para que matemática y física no despierten rechazo es que los profesores sientan pasión por lo que enseñan y logren transmitirla. Y cuanto más temprano los alumnos disfruten de ellas, mejor. En ese sentido, fui afortunado: pude aprender desde chico que vale la pena poner esfuerzo y dedicación en lo que me gusta. - ¿Qué cosas sentís que no te dio el colegio? - Básicamente, no nos entrenaron para entender lo que aprendíamos. En el colegio, como te decía, lo que a la mayoría le importaba, y sigue siendo así, era "zafar". Y a muchos de los docentes sólo les interesa que repitieras lo que te habían dicho; bastaba con memorizar. Hubiéramos necesitado que nos enseñaran a aprender, y eso no se logra si no se entiende lo que se memoriza. El contenido memorizado así, en sí mismo, no sirve para nada. - ¿Fue difícil el paso a la facultad? - Lo complicado no fueron los contenidos. De alguna manera, las materias casi comienzan por el ABC. Lo que hay que asumir es que uno se transformó en adulto; que debe autorregular su trabajo y que este es mucho. Pero uno está ahí por elección personal y debe hacerse responsable de esa elección. La disciplina y la dedicación son absolutamente fundamentales, pero no sólo en Ciencias Exactas; deben serlo en cualquier ámbito académico. La diferencia, quizás, es que para nosotros la exigencia del rigor lógico y del pensamiento abstracto lleva la exigencia un poco más allá. Y si hubiéramos recibido ese entrenamiento en el colegio, si hubiéramos "aprendido a aprender", las cosas habrían sido más sencillas. Fuente: La Gaceta |
Noticia disponible en: Universatil Su dirección URL es: |