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Mil metros de bandera para Belgrano - Universitarias

21/06/2011

Alumnos de la Escuela Secundaria N° 4 de Chacabuco confeccionaron un pabellón con retazos celestes y blancos

banNo importa el tono de celeste ni los diferentes blancos. "Todos los argentinos somos iguales y distintos a la vez", explica Raquel Provenzano, docente de la Escuela Secundaria N°4 de la ciudad de Chacabuco. Con esa filosofía, decenas de manos de este rincón bonaerense trabajan contra el reloj para aportar su granito o, mejor dicho, su centímetro de tela para construir la bandera más grande y más unida del país.

Alta en el Cielo es un proyecto que nació en Rosario en 1999, y desde entonces recorre el país. "La intención es unir a la gente de una manera simbólica", señala la profesora. Su escuela se sumó en 2008.

La iniciativa terminará en 2012, cuando se celebre el bicentenario de la creación de la Bandera. Hasta el año pasado, la bandera rosarina unida a los fragmentos que llegaban desde todo el país medía 18.000 metros.

"Ya sabemos lo que nos separa. Ahora vamos por lo que nos une", se entusiasmó Adriana Luzardi, directora de la escuela.

Los que llevan adelante la iniciativa son los 24 alumnos del sexto año de la escuela y los docentes del departamento de Economía y Administración. Pero los adolescentes contagiaron a toda la comunidad de Chacabuco, compuesta por unos 40.000 habitantes, ubicada a 198 kilómetros al oeste de la Capital Federal.

Aunque hoy, Día de la Bandera, adquiere un significado único, el proyecto se mantiene vivo durante todo el año y no se limita a coser tela.

"La idea es unirnos, y tiene un simbolismo muy alto. El proyecto tiene una materialización que va mucho más allá de la confección de la Bandera", aclara Provenzano.

Por eso, además de reunir retazos de tela y unirlos, los jóvenes llevan adelante proyectos solidarios en su comunidad.

Con el lema de "La solidaridad comienza en el corazón", se reúnen para leer cuentos y colaborar con útiles, ropa y alimentos a las escuelas más pobres de la ciudad y hasta organizan los cumpleaños de los chicos sin familia que viven en un hogar de Chacabuco.

"Es un proyecto abierto a toda la comunidad, que importa en la medida en que rescatamos un símbolo tan importante como es la Bandera, pero que significa mucho más que eso", dice Provenzano, la profesora a cargo del programa.

"Las profesoras se entusiasmaron, y es muy gratificante ver desde qué lugar se comprometieron los chicos -aseguró Luzardi-. No sólo se sostiene, sino que sigue creciendo y creciendo. Es muy emotivo ver cómo trabajan y la dedicación con la que participan."

Todo suma

Hay quienes donan retazos y quienes aportan dinero para comprar tela. Están quienes recorren la ciudad en busca de colaboraciones y quienes se sientan a coser. Otros, muchos, trabajan en las otras patas del proyecto. Todo suma.

Este año, los retazos crearon una bandera de 1000 m de largo por 4,5 m de ancho, que el viernes último desfiló por la plaza Manuel Belgrano. A pesar del día desapacible, el pueblo salió a aplaudirla.

La invitación a esta Caminata Celeste y Blanca, como la bautizaron, fue un éxito. El abrazo simbólico a la plaza fue un emotivo homenaje a todos los que habían sumado su compromiso.

"Emociona ver manitos de toda la comunidad llevando en alto retazos diferentes, y hace que tenga sentido el esfuerzo", afirmó la directora de esta escuela secundaria con 1200 alumnos.

"Es algo muy emocionante. Trabajamos juntos no sólo los chicos de la escuela, sino gente que no tiene que ver con el ámbito escolar. Lo más lindo es ver cómo la gente está junta por un mismo objetivo, con un mismo fin", dijo Agustín Bicio, abanderado de la escuela.

La unión de todos

"Es muy lindo porque nos reunimos todos haciendo algo como pueblo", señaló Julieta Stéfano, de 17 años, alumna de sexto año.

"Nos une como alumnos a todos los chicos de la escuela y colabora toda la ciudad. Cualquiera se puede unir -contó Julieta-. Juntamos plata, tela; conseguimos gente que cosa y después la llevamos a Rosario, donde la van a unir para hacer la Bandera más grande."

Julieta se conmovió al hablar el viernes, por celular, con los chicos de una escuelita de un pequeño pueblo de 4000 habitantes de Santa Cruz que estaban haciendo lo mismo que ellos.

"Nuestro lema es «Los pies en la tierra, las manos en la Bandera y la esperanza. Alta en el cielo». Me encanta. Es algo muy lindo que pudimos hacer todos juntos", reconoció la adolescente.

"Para nosotros, es una comunión de ideales. Acá se ven los esfuerzos compartidos, más en estos momentos en que los jóvenes tienen mala prensa. Además de los docentes, tan comprometidos... El proyecto parte del impulso de la escuela, pero toda la comunidad se involucra. Contagia ver a jóvenes tan comprometidos. Son un ejemplo", opinó la directora.

Fuente: La Nación

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