![]() Tecnología inteligente para una mejor calidad de vida - Ciencia y Técnica19/10/2011
No es la primera vez que Bioingeniería, de aquí nomás -ya sean estudiantes o docentes de la Facultad de Ingeniería (UNER) de Oro Verde-, trasciende por sus ideas e inventos pensados para mejorar la calidad de vida de las personas. Ya en 2007, un docente de esta misma unidad académica, Ariel Guarnieri, había obtenido un premio con el proyecto de “Microválvula inteligente para glaucoma”, en el marco del Certamen Nacional de Innovaciones. Ahora, la distinción cayó en Guillermo Gebarth, responsable del desarrollo de una silla de ruedas comandada por una interfaz cerebro-computadora. El secretario de Extensión de la Facultad, Pedro Tomiozzo, fue el encargado de dar la buena noticia. “Somos los únicos entrerrianos que trajimos este premio”, dijo a EL DIARIO en alusión a la distinción otorgada el viernes pasado en Tecnópolis. Gebarth, junto a un equipo de investigadores formado por Iván Gareis, Ariel Bonardi y el actual decano de Ingeniería, Gerardo Gabriel Gentiletti, presentó este trabajo en el concurso Innovar 2011, organizado por la Secretaría de Planeamiento y Políticas del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Más específicamente en la inaugural categoría de Robótica, donde se les dio un premio de 5.000 pesos destinados a fortalecer el departamento de Electrónica de esta Facultad y así dar continuidad a estas líneas de investigación vigentes. ROBÓTICA ENTRERRIANA. Es la primera vez que se abre esta categoría ligada a la Robótica, dentro del certamen de carácter nacional. Se entregó un premio de 30.000 pesos, otro de 20.000 y otros de 5.000 pesos. Entre estos últimos resultaron beneficiados los entrerrianos. Consultado sobre la génesis de este tipo de desarrollo tecnológico, el bioingeniero Gerardo Gabriel Gentiletti explicó que este trabajo “tiene su inicio en las líneas de investigación del laboratorio Lirins que funciona en esta unidad académica, desde el que se hacen los proyectos finales de Bioingeniería. Esta línea de investigación está vigente y continúa. En la misma instancia de la ceremonia en Buenos Aires, hicimos visitas a institutos de neurobiología porque esta silla está probada hasta ahora, con sujetos sanos. La idea es avanzar, probando el aparato con personas con movilidad severamente afectada. El objetivo de esta tecnología es, a largo plazo, lograr que estas personas que no tienen actividad motora puedan controlar con su actividad mental, dispositivos externos como, en este caso, una silla de ruedas, pero también podrían controlar el televisor, apagar o encender luces, etc.”, especificó. A la hora de explicar de manera sencilla la interfaz cerebro-computadora, Gentiletti señaló: “El concepto básico de la interfaz, en este caso, implica que cuando una persona no tiene capacidad de movimiento de sus músculos, la interfaz lo que hace es tomar información de la propia actividad cerebral de la persona, en un marco muy genérico, trata de encontrar variaciones en la actividad eléctrica que puede ser usada como comando para, en este caso, controlar una silla de ruedas”. FACTIBILIDAD. “No queremos generar esperanzas antes de tiempo, por eso ahora vamos a probar la silla con sujetos sin actividad motora”, insistió el bioingeniero al tiempo que comentó que estas instancias son las que les sirven “para dar a conocer lo que se está haciendo en la Universidad y transferir conocimientos a empresas que puedan interesarse en estos desarrollos. En ese sentido tenemos buenas expectativas”, subrayó. Por otra parte, admitió que desde hace unos años, la robótica en la región viene sorprendiendo. “Tenemos importantes aportes en la región, ya sea desde la UTN y las competencias de robots, o desde nuestra Facultad, con aplicaciones para la salud”, reconoció el decano. Al margen Innovadores. El gran premio Innovar, de 50.000 pesos, que fue seleccionado entre los ganadores de todas las categorías, este año fue compartido por los proyectos Odón Device, de la categoría Producto Innovador, y Producción de leche de vaca maternizada, de la categoría Investigación Aplicada. Robótica. Dentro de esta nueva categoría, el máximo premio fue “Tilto, Vehículo eléctrico con equilibrio automático en dos direcciones (CABA), de 30.000 pesos, el segundo premio fue de 20.000 pesos, para “Carpincho: robot móvil autónomo para aplicaciones georreferenciadas” (Olavarría, Buenos Aires) y luego, vienen siete premios más, de 5.000 pesos, entre los que se encuentra el diseño y desarrollo hecho por los entrerrianos. Palabra oficial. Durante la ceremonia, realizada en la Nave de la Ciencia de Tecnópolis, el ministro Lino Barañao resaltó el notable incremento en el número de innovadores que presentan sus productos en esta instancia. Detalle que, en criterio del ministro, “demuestra que la innovación puede estar ligada a la inclusión social y que la ciencia y la tecnología son la puerta hacia una sociedad más equitativa”. Fuente: El Dìa |
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