![]() Los electrónicos no mueren, se reciclan. Cómo lograrlo - Ciencia y Técnica13/06/2012
Muchos de estos productos (computadoras, celulares, cargadores, DVD, equipos de música y todo eso que tenemos apilado en casa y ya no usamos) se pueden reutilizar, restaurar o reciclar. Por desgracia, los desechos de productos electrónicos componen el grupo de desperdicios de mayor crecimiento en la Argentina y el mundo. Se calcula que cerca del 75% de los aparatos electrónicos viejos se encuentran almacenados, debido a la incertidumbre de cómo disponer de estos materiales. Javier Bustos y Daniel Néstor Steneri, dos profesionales que dedicaron gran parte de su vida a la electrónica, en 2008 decidieron armar TERECUPERO. “Durante mucho tiempo veíamos y vemos tanto en las calles como en los tachos mucha basura tecnológica, por lo que analizamos la situación, y diagramamos los retiros a domicilio sin cargo a empresas y particulares. Donde nos llaman o mandan un correo, coordinamos día y hora de retiro”, explica Daniel Steneri. Y agrega que dedican muchas horas a investigar la manera de aportar mecanismos para solucionar este problema. "Es muchísima la basura electrónica que no se hace circular. Muchas veces nos encontramos con trabas, pero también con una gran cantidad de gente que valora lo que hacemos. Eso nos fortalece y nos da fuerzas para seguir". El ingeniero Bustos explica: “No voy a hablar de productos peligrosos como si fueran una bomba de tiempo, ya que con ese criterio, cuando se nos descompone una PC, tendría que venir un equipo especial a buscarla para su retiro y posterior arreglo. Sí es muy importante tener claro que a la tecnología no hay que tirarla a la basura, pues contiene sustancias altamente tóxicas, como plomo, cromo, cadmio y otros, que al ser depositadas en la tierra generan niveles altísimos de contaminación". Concientizar, no asustar Según la Cámara Argentina de Máquinas de Oficina, Comerciales y Afines (CAMOCA), se estima que en la Argentina hay en desuso cerca de 66.000 toneladas de RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos) sólo considerando computadoras, impresoras, monitores, fotocopiadoras y afines. Si se suman la línea blanca (heladeras, microondas), línea gris (audio y video) y la línea marrón (TV, ampliamente recambiados por LCD y plasmas), se puede estimar que los argentinos están desechando un promedio de 6 kg de RAEE por habitante por año. Para 2020, habrá en nuestro país cerca de 215.000 toneladas de residuos electrónicos de computadoras, que contendrán 2 toneladas de arsénico (suficiente para contaminar 225 millones de litros de agua para beber), 3 toneladas de mercurio y casi 10.000 toneladas de plomo. La producción de aparatos electrónicos requiere una amplia y compleja combinación de sustancias. Entre ellas, figuran metales preciosos cuya extracción y transformación contaminan enormemente. El impacto que esto tiene en el medio ambiente comienza desde la etapa de fabricación, debido también a la cantidad de energía que se emplea. El riesgo de la calle ¿Qué se hace con su recuperación? Vender un monitor usado tiene 9 veces el valor que venderlo por sus constituyentes: vidrio, plástico, cobre, acero, estaño, plomo y otros metales. Y vale 90 vecesmás que el recupero energético de las fracciones combustibles. Ejemplo: si un monitor reparado se vende a $ 9, como chatarra se vendería a $ 1, en tanto que si lo tuviesen que fabricar de cero, sus materiales treparían a $ 90. Finalmente, disponer los RAEE en un relleno sanitario tiene un costo negativo en lo económico y ambiental. ¿Y lo que no se recupera? Recuperarlos no sólo evita impactar aún más sobre el medio ambiente, sino que permite reutilizar esos materiales, a un costo menor al de extraerlos de la tierra. Además, buena parte de la materia prima usada en la electrónica está en tierras chinas: ese país se niega a exportarla sin procesarla (es decir, sólo sale como producto terminado), por lo que el reciclado permite mantener vivas fábricas en el resto del mundo, y hoy es un negocio que da ganancias. El resto se entrega a empresas recicladoras y exportadoras. Estas empresas venden localmente los materiales de poco valor, como plásticos, vidrios y metales (cobre, aluminio, hierro) y exportan las plaquetas y circuitos con los metales preciosos a países internacionales (Bélgica, Suecia, entre ellos), que las compran y procesan a su vez, reduciendo así los altos costos de transporte e inversión de un proceso más completo. Son cada vez más las empresas de reciclaje de residuos electrónicos en América latina y el Caribe El armado de una planta como las recuperadoras de placas ronda los 60 millones de dólares, lo que suena muy alejado de la Argentina actual. Fuente: Clarìn |
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