Silvina Helbling es oriunda de Paraná, Entre Ríos, pero reside en Santa Fe desde 1982. En su rol de fotógrafa profesional y documentalista ha trascendido las fronteras locales para llevar su trabajo a importantes espacios como el Centro Cultural Borges, el Hall del teatro Broadway, el Centro Cultural Recoleta y el Palace Rouge, todos de la ciudad autónoma de Buenos Aires.
Según sus propios dichos, su pasión por la fotografía nació casi por casualidad. “Cuando era chica me quedaba siempre a dormir en la casa de una amiguita que su padre era fotógrafo de profesión. Ella lo ayudaba a revelar las fotos y a mí me encantaba también participar, fue así que a los siete años tuve mi primera camarita”, dijo en diálogo con Ser UN@.
—¿Cuál fue tu primer trabajo como profesional?
—A los quince tuve la oportunidad de mostrarle mis fotos a Jorge Álvarez y logré hacer un vínculo laboral para armar producciones para el programa La Tierra y su Gente y a la par hacía algunas incursiones en una revista que era de tirada libre y gratuita. Así seguí trabajando hasta que logré juntar lo necesario para tener mi estudio propio (actualmente en Suipacha y San Lorenzo). De todas maneras, lo aprendido en mis primeros pasos, cuando era una niña adolescente, son imborrables, aprendí a hacer documentales y hasta a tratar con famosos (por la revista).
—¿Tuviste algún tipo de formación académica?
—Sí, hice cursos y talleres en escuelas de profesionales en Buenos Aires, pero verdaderamente debo decir que la técnica ayuda pero no es lo esencial en esta profesión. Al menos para mí, la fotografía es algo que se siente, es una pasión. Es en la calle donde uno encuentra el eje y se desarrolla; para mí la fotografía es la forma de comunicarme, es mi diario íntimo, donde vuelco lo que siento y lo que soy.
—¿Cómo te das cuenta de que estás frente a una imagen que podrá ser una buena fotografía?
—Yo no salgo a la calle a buscar una buena fotografía o voy a cierto lugar porque ahí la voy a encontrar. Como primer punto yo siempre salgo con la cámara, porque eso es impredecible, uno no sabe cuándo pero la foto va a estar ahí, es la foto la que te encuentra y yo sólo la plasmo para que ese momento, lugar o persona quede en el recuerdo.
Las obras de Silvina son parte de innumerables publicaciones de arte, patrimonio e historia. En sus más de 25 años de carrera trabajó junto a artistas de nivel internacional como el pintor santafesino César López Claro y el dibujante Juan Arancio. Su reconocido profesionalismo la vinculó con escritores, músicos y artistas visuales para los cuales realiza periódicamente producciones fotográficas y audiovisuales.
—¿Cómo fue trabajar con López Claro y Arancio?
—La verdad que las experiencias fueron maravillosas, sobre todo por la generosidad que siempre mostraron conmigo. He realizado muestras en conjunto y de ambos aprendí mucho. Creo que el vínculo que logré con ambos fue basado en la admiración y el respeto, particularmente siempre amé la pintura, la escultura y todo lo que tiene que ver con el arte, es algo que llena. De todas maneras no siempre todo se puede fotografiar, hay imágenes que te quedan en la mente y con ellos tengo muchas.
Documentalista
Silvina Helbling realizó varias producciones documentales, las más importantes fueron: Cuando el Agua Duele, sobre la inundación que azotó la ciudad en el 2003; Cien To Teatro, sobre la restauración del Teatro Municipal 1º de Mayo; Legislatura, sobre los trabajos de remodelación y restauración de la Legislatura Santafesina; Casa de la Cultura y Ferrocarriles, ambos sobre patrimonio arquitectónico de la capital provincial.
—Si bien no sos santafesina, todos tus trabajos tienen relación con la ciudad.
—Y, yo adopté esta ciudad como propia y también a su gente. Desde chica me gustaba ir a ver el trabajo en el ferrocarril y los edificios históricos, por eso con las restauraciones tuve un vínculo especial y es como que no pude dejar de hacer esos trabajos. La del teatro Municipal fue muy especial, porque no dejé de ir un solo día de trabajo, durante dos años y capturé cada uno de los momentos, desde el tejido de la araña, la colocación de la primera banqueta y las pinturas del techo. Lo mismo pasó con los demás trabajos que tienen que ver con restauración.
En cuanto a libros, Silvina publicó en 2008 Capturados para Siempre, su primer libro, donde muestra a artistas plásticos en sus espacios de producción, íntimos, junto a sus obras preferidas, trabajando desde lo más profundo de su sentir. Luego, en 2010, convocó a los artistas más destacados en áreas como pintura, grabado, teatro, danza, fotografía, objetos y dibujo para realizar una nueva publicación: Capturados para Siempre II.
En ese trabajo, Helbling, direccionó su mirada hacia los perfiles de cada artista, como personas del arte, de la vida y de la expresión. “Fue un trabajo maravilloso el que hicimos, que cuenta además con un prólogo de la ministra de cultura de la provincia, Chiqui González y las descripciones de la fotógrafa María Kusmuk (retratista especializada) y del director de la revista Fotomundo, A. Becquer Casaballe”, explicó la profesional.
Con 44 años Silvina tiene numerosos proyectos. “Soy una apasionada de mi trabajo, creo que las mujeres a diferencia de los hombres tenemos otro instinto y vemos otros detalles en las fotografías. De todas maneras, no pienso en las diferencias de género a la hora de trabajar, me gusta lo que hago y lo afronto con responsabilidad”, finalizó la profesional.
Fuente: Uno Santa Fe