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Políticas universitarias y TIC - Universitarias

10/06/2010

El rol de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) constituye una de las claves del debate actual acerca de las instituciones que se ocupan de la Educación Superior.

El rol de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) constituye una de las claves del debate actual acerca de las instituciones que se ocupan de la Educación Superior. Este artículo presenta algunas líneas para pensar la importancia central de considerar a las TIC dentro del marco de políticas públicas universitarias.

Hacia el reconocimiento de la relevancia de las TIC

Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) [1], junto al desarrollo de Internet y su expansión inusitada constituyen, actualmente, los motores más evidentes de una revolución digital que está transformando nuestras formas de relación con diversos entornos.

ticA medida que los debates acerca del rol de las nuevas tecnologías se ha ido imponiendo como tema central para numerosos ámbitos, un nuevo orden social ha comenzado a dibujarse con mayor nitidez y a velocidades insospechadas. Los teléfonos celulares, la televisión digital, los dvd's y el universo de ciberespacios abierto por la Web constituyen los indicios más tangibles de la relevancia de las transformaciones que se produjeron desde las últimas décadas del siglo pasado.

Dichas tecnologías repercuten, también, en la relación entre la figura del Estado y las Universidades, que implica cambios profundos respecto del complejo vínculo que se establece entre tecnología y sociedad.

La necesidad de debatir el rol de las tecnologías para la Educación

Hoy no sería sencillo señalar cuáles son los espacios que no se han visto modificados por las tecnologías de la información y de la comunicación: desde las actividades industriales, comerciales y el transporte, hasta la medicina, el arte y aun las actividades recreativas han incorporado -de múltiples maneras- las tecnologías a su rutina de trabajo.

El ámbito académico-científico también representa un lugar en el que las repercusiones de las nuevas tecnologías se vuelve insoslayable, tanto en instancias de investigación como en los procesos más estrictamente educativos, en disciplinas “básicas” (como Biología, Física y Química) y “aplicadas/tecnológicas” (por ejemplo, las distintas Ingenierías).

Las discusiones con respecto a la incorporación de TIC en la esfera educativa resultan, entonces, fundamentales para tomar decisiones acerca de cómo se incluyen en las prácticas educativas, cuál es el contexto social, económico, político, cultural en el que la relación entre nuevas tecnologías y educación inscribe sus retos y limitaciones, de qué modo transforma los procesos y modos de producción de conocimiento.

Las cuestiones señaladas conforman un aspecto de debate central para las agendas de las instituciones que se ocupan de la Educación Superior, como es el caso paradigmático de las Universidades nacionales; y, por ello, se vuelve fundamental considerar a las TIC como un elemento destacado del desarrollo y la implementación de políticas públicas para el ámbito académico y universitario.

Universidades Públicas en el siglo XXI

“Las Universidades responden a las necesidades educativas actuales en un contexto social, educativo y tecnológico que plantea desafíos continuamente. En este sentido los proyectos educativos que incorporan las TICs, en general se plantean como una línea de acción estratégica en las universidades de Argentina. Es por ello que debe constituirse en fuente para la definición de políticas de investigación en los campos del conocimiento que dan cuenta del vínculo relacional entre TICs y Educación” [2].

El futuro de las universidades se vincula de forma crucial con su capacidad para establecer un vínculo sólido con respecto a la Sociedad del Conocimiento y, asimismo, para satisfacer las necesidades del universo profesional, que son cada vez más exigentes. Para muchas instituciones las TIC constituyen una herramienta indispensable para poder estar en contacto y alcanzar a una población más amplia y variada, reducir los costos en infraestructura física y articular modos innovadores de interacción.

“Los desafíos que plantea la Sociedad del Conocimiento interpelan a las universidades como a uno de sus actores principales. Las instituciones de educación superior están llamadas a ocupar un rol estratégico, no sólo en lo que se refiere a la formación de nuevos profesionales sino también en las actividades de investigación y extensión. Estas últimas pasan a ser centrales en una sociedad cuyo desarrollo económico y social depende en gran parte de la investigación básica y de sus aplicaciones productivas, aunque no se reduzca a ello” [3].

En la Argentina, el proceso de difusión de las TIC y de los medios informáticos ha obedecido, dentro del marco de las Universidades, a ritmos más lentos y desiguales que en otros países del continente. Esto ha ocurrido debido, entre otras razones, a las diferentes regiones, al carácter de las instituciones y a los diferentes campos del saber.

En cuanto a las tendencias que se construyen transversalmente en las diferentes instituciones universitarias, examinadas por Diego Levis y Roxana Cabello, las iniciativas particulares constituyen un motor de gran importancia para el proceso de desarrollo y difusión de las TIC.

“Cuando se indagan las características que asumen los usos pedagógicos de las TIC en el ámbito educativo superior se constata una gran heterogeneidad en las prácticas docentes, no siempre vinculadas con factores institucionales (cultura universitaria, equipamiento, falta de apoyo institucional, entre otros) sino con las decisiones individuales de los profesores, derivadas de factores diversos (postura ideológica ante las tecnologías, formación específica, motivación, etc.). Muchas veces el uso que se hace de los recursos tecnológicos tiende a reproducir modelos didácticos tradicionales basados en la transmisión vertical de conocimientos, utilizando para bases de datos, presentaciones electrónicas o recursos bibliográficos en línea (apuntes, artículos, documentos de organismos internacionales, etc).
En la mayoría de las universidades argentinas la incorporación de las TIC en las prácticas docentes se va produciendo de manera atomizada sin un planeamiento estratégico institucional. En pocos casos se empieza a observar, aunque de manera muy incipiente aún, el desarrollo de unidades específicas destinadas a brindar apoyo y orientación a los docentes para incorporar el uso de estas tecnologías en sus prácticas educativas” [4].

A partir de lo expresado, por lo tanto, adquiere fundamental importancia estratégica potenciar los programas de investigación, el desarrollo y la formación de recursos humanos calificados en el área de TIC y Educación, tanto desde los procesos de construcción de conocimiento en las Universidades como en la definición de políticas públicas para el desarrollo tecnológico y la innovación.

El caso de la Educación a Distancia

La Sociedad del Conocimiento suele caracterizarse como una “sociedad digital” que se articula “en red”. Los aspectos que designan el paradigma digital de la Web 2.0 deben comprenderse a partir de la topología de la red, que configura la forma específica de organización de la Sociedad de la Información y el Conocimiento.

En palabras de Manuel Castells: “Vivimos en una época que se caracteriza por el auge de la sociedad de la información en su realidad diversa. La base de esta sociedad es el informacionalismo, concepto cuyo significado es que las actividades decisivas en todos los ámbitos de la praxis humana se basan en la tecnología de la información, organizada (globalmente) en redes informacionales cuyo centro es el procesamiento de la información (símbolos). Por lo tanto, el núcleo de la economía informacional es la red global de mercados financieros basados en la tecnología de la información” [5].

Desde mediados de la década de 1990, en coincidencia con la eclosión de Internet a nivel masivo, en el que se registró un incremento generalizado del uso de las -por entonces- llamadas “nuevas tecnologías”, las instituciones educativas, y particularmente las universidades, se han interesado progresivamente en su incorporación. La accesibilidad, el potencial pedagógico, la relativa facilidad de manejo por parte de estudiantes y profesores, sumado a la creciente demanda social para la incorporación de las TIC, favorecieron las condiciones para su instalación, a la que se agregó la necesidad de superar las limitaciones espacio-temporales de los ámbitos presenciales y las nuevas oportunidades que proporciona la idea de crear un espacio universitario de alcances globales.

“Otra forma de reflexionar sobre la e-universidad o sobre el pasaje de las universidades a la SC [Sociedad del Conocimiento] es no sólo la incorporación de herramientas TIC y sus aplicaciones derivadas, sino el hecho de promover sistemas organizativos más abiertos, más flexibles, y con múltiples vínculos entre sus distintas unidades académicas, y administrativas y entre estas y la Universidad en su conjunto con otras casas de estudio, o con sus departamentos o áreas. Pero también es necesario pensar en la universidad “en red” con sus públicos, alumnos, docentes, comunidad, empleados, gobiernos y ONGs” [6].

Los cambios y potenciales beneficios de las propuestas educativas a distancia guardan, en líneas generales, armonía con el contexto global de la actualidad, en donde una de las acciones que más se visualiza en el ámbito de la educación superior es la inclusión de plataformas e-learning. Sin embargo, existen diversas propuestas que superan el enfoque dirigido en exclusividad al aspecto tecnológico de los dispositivos [7].

Acciones estratégicas de incorporación de tecnologías

“El modo como que se diseña y se implementa la incorporación de las TIC en el nivel universitario argentino, tanto en lo que se refiere a los usos como a la formación de competencias y saberes, es de fundamental importancia para el desarrollo humano de nuestro país.

La formación con TIC y sobre TIC (en dimensión teórica-analítica y en su dimensión práctica) aportará a la conformación de posiciones críticas sobre estas tecnologías y sus potencialidades, trascendiendo el utilitarismo tecno-mercantil dominante de los poseedores del saber, nuevos escribas que a través de los programas de computadora y otros dispositivos electrónicos regulan / ordenan cada vez más actividades de nuestras vidas, de acuerdo a los intereses particulares de sus empleadores, las grandes empresas del sector” [8].

En el marco de las políticas públicas nacionales que consideran de forma prioritaria la cuestión de las TIC en el nivel universitario como aspecto clave de la gestión, cabe destacar:

La Red Nacional Virtual de Institutos Superiores de Formación Docente conecta entre sí a todos los Institutos Superiores de Formación Docente del país. Está conformada por un conjunto de herramientas soportadas en Internet (web, campus y blog), destinadas a facilitar la comunicación entre los integrantes de los institutos, entre institutos, y entre estos y sus comunidades. Es el escenario privilegiado para construir un ambiente de formación mediado por TIC y, fundamentalmente, para construir un espacio de encuentro y colaboración, recuperar y comunicar experiencias innovadoras entre los Institutos Superiores de Formación Docente.

Como parte del Programa de Reforma de la Educación Superior, la Secretaría de Políticas Universitarias organizó el Sistema de Información Universitaria (SIU) con el objetivo de dotar al Sistema de Educación Superior, a las Universidades y a la SPU de elementos que permitan mejorar la calidad de la información, entendiendo por calidad confiabilidad, completitud, disponibilidad e integridad.

El Ministerio de Ciencia y Tecnología e Innovación Productiva desarrolla líneas de acciones nacionales que a su vez se componen en los ámbitos provinciales y municipales por una serie de acciones y actividades llevadas a cabo a nivel regional y local. Entre sus lineamientos principales se concibe que en la construcción de un proceso de desarrollo económico y social sustentable, la ciencia, la tecnología y la innovación contribuyen a crear oportunidades para mejores empleos, aumentar el nivel educativo y cultural, favorecer una mejor calidad de vida, mejorar la competitividad de la economía y propiciar el cuidado de nuestros recursos naturales.

La Fundación Dr. Manuel Sadosky es la figura jurídica que sella una alianza estratégica nacional entre el Estado, las universidades y las empresas para aumentar la competitividad del país en el largo plazo. Consiste en un centro de excelencia para la promoción de la investigación en Tecnologías de la Información y la Comunicación.

Programas de investigación y políticas públicas

Es indudable que las universidades siempre han tenido un rol importante en el desarrollo de la sociedad, que se ha ido transformando con los cambios históricos y a partir de los condicionamientos de los diferentes contextos que fueron atravesando.

Si en otras épocas la universidad estaba principalmente destinada a la conservación y transmisión de la cultura, la creación de nuevos conocimientos y la formación de las elites de la sociedad, hoy, debido a que el conocimiento y la información se han convertido en los factores estratégicos claves del desarrollo socio-económico y cultural, se espera que las universidades “sean también capaces de generar el conocimiento y los desarrollos tecnológicos que están en la base de los procesos productivos; de que puedan ofrecer a las nuevas generaciones una formación básica sólida, a partir de la cual sea posible seguir aprendiendo durante toda la vida; de que sean capaces, también, de prestar los servicios que la sociedad espera de ellas y que sólo ellas pueden ofrecer. Expectativas nuevas, sin abandonar las de siempre. Porque de la universidad se espera, más allá de las exigencias puntuales de hoy, que siga siendo, esencialmente, la institución que siempre ha sido: aquella que estudia e investiga con independencia, críticamente, los problemas de su tiempo; aquella que forma científicos y profesionales serios y responsables, pero también ciudadanos libres; aquella que es capaz de compatibilizar la flexibilidad de la formación que ofrece con la solidez científica y la firmeza ética que deben estar en su base” [9].

Con respecto al rol del Estado en la Educación Superior, es ineludible comprender su responsabilidad como agente encargado de la organización política de la Sociedad, que debe ejercer una función activa en el desarrollo de la inversión, la promoción de la formación de Recursos Humanos, la elaboración de tácticas de desarrollo, el impulso de investigaciones, el favorecimiento de la aplicación estratégica del conocimiento, la promoción de políticas de vinculación entre empresas, el mundo de la producción y el espacio académico. Tanto el Estado como las Universidades representan, en este punto, pilares fundamentales para debatir los modos y metas de la producción y distribución del saber en la Argentina del milenio que no hace mucho se ha inaugurado.

Notas y Referencias

[1] “Entendemos por tecnologías de la información y de la comunicación a las tecnologías digitales utilizadas para el almacenamiento, tratamiento, gestión, creación, transmisión y recepción de informaciones y mensajes en todo tipo de formatos. Como señala Castells en La Sociedad Red (1997), al referirse al nuevo paradigma de la Tecnología de la Información (IT), '(…) se trata de tecnologías para actuar sobre la información' que por su capacidad de penetración moldean 'todos los procesos de nuestra existencia individual y colectiva'. Otra característica a la que alude Castells es 'la lógica de interconexión' de los sistemas que utilizan estas tecnologías, a lo que añade 'la convergencia creciente de tecnologías específicas en un sistema altamente integrado dentro del cual las antiguas trayectorias tecnológicas separadas se vuelven prácticamente indistinguibles' (Castells 1997:88 y 89)”. En: Levis, Diego y Cabello, Roxana. “Estudiar con TIC, estudiar las TIC. Tecnologías de la Información y la Comunicación en las universidades nacionales (de la provincia de Buenos Aires). 2007. Fragmento extraído del sitio: http://diegolevis.com.ar [Fecha de consulta: 22/07/09]

[2] Proyecto del Plan de Fortalecimiento de la Investigación Científica, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación en las Universidades Nacionales. Programa Estratégico de Investigación y Desarrollo (PEID).

[3] Gruffat, Carolina. “Universidades argentinas y nuevas tecnologías, en la Sociedad del Conocimiento”. 17-12-2005. Fragmento extraído del sitio: http://portal.educ.ar/debates/educacionytic/inclusion-digital/universidades-argentinas-y-nuevas-tecnologias-en-la-sociedad-del-conocimiento.php
[Fecha de consulta: 23/07/09].

[4] Levis, Diego y Cabello, Roxana. “Estudiar con TIC, estudiar las TIC. Tecnologías de la Información y la Comunicación en las universidades nacionales (de la provincia de Buenos Aires). 2007. Fragmento extraído del sitio: http://diegolevis.com.ar
[Fecha de consulta: 22/07/09].

[5] Castells, Manuel. “La era de la información, economía, sociedad y cultura, volumen 1: la sociedad red”, 2002, Siglo XXI, México.

[6] Sigalés, Carles (2004). “Formación universitaria y TIC: nuevos usos y nuevos roles”. Revista de Universidad y Sociedad del Conocimiento (RUSC). [artículo en línea]. UOC. Vol. 1, nº 1. http://www.uoc.edu/rusc/dt/esp/sigales0704.pdf [Fecha de consulta: 24/07/09].

[7] Ver entrevista a la Dra. Patricia San Martín.

[8] Ídem nota 4.

[9] Sánchez Martínez, Eduardo. “Una agenda para los años que vienen”. Fragmento extraído del documento: http://www.educ.gov.ar/educar/site/educar/kbee:/educar/content/portal-content/taxonomia-recursos/recurso/a19a942b-0f32-4582-a62e-f28fa47aa378.recurso/8f5475f0-1e12-4dbe-95d1-a72af2aa75a0/04_15.pdf
[Fecha de consulta: 24/07/09].

Fuente: Universidad Nacional del Litoral

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