![]() Actividad física y deporte en las universidades: desafío e interrogantes - Universitarias29/09/2010 Una enfática defensa, con sus argumentos conceptuales, acerca de la necesidad de la incorporación sistemática de la educación física en los estudios universitarios.
La implementación de programas de actividades físicas y deportivas para estudiantes universitarios, se ha constituido en los últimos años en una necesidad impostergable. Por diversos motivos de compleja explicación que incluyen, entre otros, razones presupuestarias, culturales, académicas e ideológicas. No obstante, se observa que las prácticas físicas sistemáticas para los estudiantes universitarios no son incluidas con identidad propia, ni tenidas en cuenta en los diseños curriculares que ofrecen las unidades académicas de las distintas universidades del país. Es altamente probable que los principios de la filosofía mecanicista y del dualismo cartesiano, afianzados y enquistados en el núcleo de los principios rectores de la modernidad se encuentren en el centro de esta problemática y gocen hoy de buena salud, a más de tres siglos del nacimiento de su principal impulsor. "El hombre de Descartes es un collage en el que conviven un alma que adquiere sentido al pensar y un cuerpo, o más bien una máquina corporal, reductible sólo a su extensión". A primera vista no se han encontrado propuestas superadoras a estas posturas y, por error u omisión, el estudiante universitario "bien formado" sigue siendo sedentario y macrocéfalo en la medida en que sólo se pondera como estándar de su calidad académica la cantidad de años que demora en recibir su título y las notas que obtiene en cada uno de los exámenes de su carrera (en sentido estricto). Sin embargo, la educación universitaria en tanto que formación de la persona íntegra, única e indivisible, encuentra en las actividades físicas un medio, una herramienta insustituible y eficaz para coronar su tarea. La educación física es, por definición, educación integral del ser humano. Es una disciplina que, utilizando como medio a la motricidad humana ordena y organiza sus contenidos y objetivos hacia el desarrollo de la disponibilidad corporal y de la inteligencia motriz de la persona en su totalidad. La disponibilidad corporal y motriz permite, a quien logra incorporarla como capacidad, elegir libremente cómo, cuándo y para qué moverse y decidir sin limitaciones externas el sentido que otorga a sus movimientos. Esta motricidad disponible completa la integralidad del ser humano. A su vez el desarrollo de la inteligencia motriz o inteligencia cinética, permite a la persona lograr la capacidad de resolver problemas de la vida cotidiana o bien en el marco de un juego deportivo, utilizando y poniendo en marcha su motricidad de manera racional y a su servicio. "El cuerpo inteligente es acción, cambio, innovación, es la respuesta saludable; entendiendo por salud-armonía, la concordancia y correspondencia entre todo lo que incluye, completa e integra nuestra vida". Una educación corporal al servicio de la formación integral, permitirá también a los alumnos universitarios conocer una forma idónea y práctica de disfrutar, conocer y respetar su corporalidad colocándola por encima de los modelos mecanicistas, tecnocráticos y masificantes que se intentan imponer como modelos sociales ineludibles. ¿Por qué no puede la Universidad asumir definitivamente esta responsabilidad? Sabemos además que la tarea de lograr una mejor calidad de vida para el futuro profesional universitario no depende solamente de la perfección de su formación intelectual y académica, sin desmerecer la sustantiva importancia que ésta reviste. La calidad de vida "hemos de interpretarla considerando la calidad de las condiciones objetivas y subjetivas en las que se van a desarrollar las actividades que lleva a cabo un individuo en su proceso vital". Este proceso de vida, incluye el acceso a la cultura, el mundo del trabajo, las relaciones sociales, la salud individual y colectiva, las posibilidades de ocio, la satisfacción y felicidad personal, entre otras manifestaciones. Sostenemos también que la educación física y corporal incorporada como contenido específico a los diseños curriculares de las carreras universitarias, posee rasgos, esenciales y únicos, que pueden convertirla en una pedagogía auténticamente benefactora de la vida cotidiana y del bienestar del estudiante universitario, futuro profesional. En primera instancia actúa sobre la phisis (naturaleza) de la persona, vale decir sobre sus aspectos físicos y sensitivos simultáneamente, en la medida en que el cuerpo funciona como un todo. "La educación física al actuar directamente sobre nuestra materia viva, lo físico, incide sobre la globalidad del ser: intra cuerpo y extra cuerpo". En segundo lugar, las prácticas físicas educativas, tienen la facultad de ofrecer experiencias contextualizadas, vivencias que tienen una aplicabilidad, in situ, sobre el terreno. En un momento en el que el sistema educativo en todos sus niveles se encuentra saturado de códigos y repleto de saberes abstractos, esta disciplina pedagógica puede ofrecer numerosas opciones de enseñanzas directas, comprensibles, palpables, muy especialmente en la difusión y práctica de los valores esenciales de la vida en sociedad, que se hacen patentes y visibles durante la realización de un juego deportivo. Esta educación física, actúa además de manera directa sobre las conductas motrices de los alumnos, personas, desde la experiencia física, situada; intentando acompañarlos y orientarlos hacia la optimización de aquellas conductas en función de un sólido proyecto pedagógico previamente planteado. Finalmente, todos los saberes y contenidos delineados en un programa de educación corporal, son susceptibles de difundirse y ofrecerse jugando; en un tono lúdico. De tal modo, mediante situaciones lúdico - motrices, se permite explorar, simbolizar, experimentar, crear, en el marco de una situación diferente, distendida, agradable y fruitiva, que favorece la incorporación de aquellos saberes. Las estructuras universitarias son sometidas frecuentemente por sus organismos rectores a controles de calidad bajo estrictas normas y parámetros científicamente establecidos. Sería deseable que éstos incorporen también alguna "medición" que refleje, entre otros indicadores, cuál es el nivel de formación integral que estas instituciones brindan: formación como ciudadano, como persona, su calidad de vida, sus habilidades sociales, su inteligencia intra e inter personal. Nuestra propuesta, por su sencillez y aplicabilidad se muestra como un punto de anclaje para resignificar y reubicar estos principios, colocándolos lejos de la categoría en que hoy se encuentra: una utopía fruto del vuelo de la imaginación. Fuente: Diario Los Andres - Por Roberto Stahringer - Profesor de Educación Física - Sociólogo y Doctor en Educación |
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