![]() “Un grave problema de salud que todavía no está resuelto” - Ciencia y Técnica04/04/2014
La frase más repetida cuando se habla de tuberculosis es “la TB es un grave problema de salud no resuelto en el mundo”. Y en el marco de la “semana mundial de la tuberculosis”, el médico platense Alberto Echazarreta, integrante del Tribunal de Honor de la Sociedad de Tisioneumonología de La Plata, señala que “esto sigue vigente, pero con otros aditamentos que le confieren aún una complicación de suma gravedad, ya que a los 8 a 10 millones de casos nuevos que se han producido de tuberculosis en los últimos años en el mundo, con un marcado subregistro aceptado por OMS, hay que agregar el avance de la multirresistencia”. “Es que el capítulo de la multirresistencia (MDR-TB) en sus variedades cada vez más graves -sostiene el médico platense- lo certifican los más de 650.000 casos, de los cuales el 9% son extremadamente resistentes (XDR-TB), una forma más complicada que la anterior con menos medicamentos útiles para su curación, con curaciones más prolongadas y costos superlativamente superiores al tratamiento estándar de seis u ocho meses”. “La evolución del bacilo, como se ve, es dinámica y cambiante, y le ha sacado ventajas al arsenal terapéutico existente”. “Además, recientemente, ha aparecido una forma denominada Tuberculosis Totalmente Resistente” (TB-TR), término todavía no aceptado por la OMS, pero que la misma detectó en 61 países ofreciendo una resistencia a casi todos los medicamentos, no conociéndose todavía su real incidencia. Aquí se puede apreciar claramente que el bacilo productor de la enfermedad utiliza sus estrategias transmutantes para eludir la acción terapéutica de los tuberculostáticos. Su evolución, como se ve, es dinámica y cambiante y le ha sacado ventajas al arsenal terapéutico existente”. LAS FALLAS EN LOS NUEVOS FARMACOS “Actualmente -explica Echazarreta- existe una falencia grave en la investigación de nuevos fármacos para la TB. Son lejanos los tiempos en que Walkman descubrió la estreptomicina, en 1944, o la aparición de la isoniacida, en 1952, o la rifampicina, entre otras, en la década del 60. La Dra. Karin Weyer, del Programa Global para la Tuberculosis de la OMS, afirmó “que entre las causas que contribuyen a esta situación están la escasez de medicamentos y de personal médico calificado”. “Simplemente, no contamos con médicos y enfermeras suficientes para manejar la tuberculosis resistente”, sostiene. “Otro de los factores lo representan la TB y sus comorbilidades -dice Echazarreta-; en el año 90 la prevalencia de HIV/sida era de 8 millones y en el 2012 la prevalencia ascendió a 40 millones, y de 33 millones la de TB. Podría seguir con ascensos en diabetes, tabaco, drogas y otras más”. LA SITUACION EN EL PAIS Con respecto a la situación en nuestro país, el médico platense afirma que “no ha sido la excepción de estas realidades, y actualmente la TB también representa un preocupante problema sin remediar. Muchos han sido los factores que han incidido para que esta situación persista. La falta de una decisión política eficaz ha dado lugar a una limitación del apoyo al excelente recurso humano con el que se cuenta. Desde el punto de vista del recurso estructural, al país le falta planificarse a través de un Programa Nacional de Salud federalizado y descentralizar sus acciones, que no practica para recuperar la capacidad ociosa existente, ya que en la actualidad posee un sistema sanitario altamente fragmentado. Hay que consensuar con los demás estamentos el recurso financiero necesario y estable para poder gestionar con eficacia, con fuerte control programático y financiero. Un programa sin recursos permanentes genera abandonos en el tratamiento seguido de multirresistencia y dilapidación de los recursos. Situación que padece el país y dentro de éste, la provincia de Buenos Aires, actualmente con grave falta de insumos”. “Simplemente, no contamos con médicos y enfermeras suficientes para manejar la tuberculosis resistente” Con respecto a las zonas más afectadas, el doctor Echazarreta señala que “existe una gran disparidad en cuanto a la incidencia de esta patología en el país, con provincias que soportan tasas que van del 48,8 y 47,0 (Salta y Jujuy respectivamente) a 5,9 y 7,5 (La Rioja y Mendoza respectivamente) por 100.000 habitantes. Pero también dentro de algunas provincias se hallan zonas que agudizan estas desigualdades que oscilan entre 162,7 a 68,0 por 100.000 habitantes. Y dentro de este contexto, existe un subregistro considerable varias veces demostrado, que a veces minimiza artificialmente el problema existente”. |
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