Se presentó la nueva carrera que se suma a la oferta educativa de la Facultad de Ciencia Política de esta Universidad.
“No podrá haber comunicación adecuada ni trascendente si no media una educación para comunicarse”. Con esta premisa, se presentó la nueva carrera Profesorado en Comunicación Educativa que se suma a la oferta académica de la Facultad de Ciencia Política de esta Universidad.
“La carrera está pensada para los pulgarcitos y pulgarcitas del siglo XXI, como los define el filósofo Michel Serres”, expresó La Directora de la Escuela de Comunicación Social, Elizabeth Martínez de Aguirre Se trata de aquellos que nacieron comunicándose con los dedos pulgares y a través de las nuevas tecnologías experimentan el presente y el porvenir, según explicó.
En este sentido expuso la importancia de pensar el rol de la educación en esta nueva cultura audiovisual, digital. Cómo experimentar a través de nuevas propuestas académicas integradoras, en un nuevo escenario que concrete la premisa de Mc Luhan sobre “un aula sin muros”.
La Profesora sostuvo que “la educación del futuro necesita de manera urgente la formación universitaria de docentes, investigadores y extensionistas que permitan el desarrollo de nuevas instancias educativas y en esta dirección se desarrollaron los ejes de la carrera”.
La misma tiene una duración de cuatro años, con 26 materias y 500 horas de residencia, de las cuales 200 se enmarcan en la educación no formal. El alcance del título es ejercer la docencia en todos los niveles, integrar equipos de investigación, diseñar, producir y/o evaluar materiales educativos y culturales, diseñar y llevar a cabo tareas de extensión, formular y asesorar proyectos de políticas culturales y educativas.
El binomio comunicación-educación
Esta carrera recupera tradiciones y experiencias educativas y pedagógicas que ya se habían desarrollado previamente en la Facultad de Ciencia Política y también en articulación con Humanidades y Artes.
Desde la creación de la carrera de Comunicación Social, hace cuarenta años, la currícula incluía materias pensadas para abordar la problemática educativa desde el campo comunicacional. El cierre durante la dictadura cívico militar deja en suspenso esta propuesta en los años 70 y luego, durante la recuperación democrática de los 80, surge en los planes de estudio el perfil educativo como una terminalidad de la Licenciatura en Comunicación Social. Este proyecto se diluye pero en la reforma curricular del 2001, surgen diversas experiencias de cátedras, como por ejemplo en educación a distancia, que comienzan a nutrir nuevamente la propuesta.
“Toda acción educativa es necesariamente una acción comunicativa y muchas de las acciones comunicativas que llevamos adelante comportan una dimensión educativa y nuevas alfabetizaciones para las cuales debemos prepararnos y capacitar a los profesionales del porvenir”, expresó Martínez de Aguirre. Asimismo, citó la definición contemporánea de la UNESCO sobre educación entendida como “una comunicación sostenida que suscita aprendizajes”
En este sentido, el Decano de la Facultad de Humanidades y Artes, José Goity, afirmó que “no puede haber enseñanza si no hay conocimiento pero hay que distinguirlos”. “Un conocimiento sólido no implica necesariamente que pueda ser transmitido en forma mecánica. Tampoco es lo mismo enseñar que aprender, muchas veces los aprendizajes se dan de manera muy diversa”. El Profesor reconoció que el nuevo profesorado interpreta de una manera muy especial esta complejidad.
Sostuvo que el modelo de la formación disciplinar por un lado y el apéndice de la formación pedagógica por otra, ha hecho crisis y está en período de revisión. Y agregó que “un profesorado universitario no implica solamente formar docentes sino también producir y transmitir conocimientos”.
El Decano de la Facultad de Ciencia Política, Franco Bartolacci, afirmó que las conquistas son siempre colectivas y rescató el compromiso institucional, la consolidación de una línea de trabajo y celebró el encuentro de diferentes espacios institucionales para promover estrategias en común.
Fuente: UNR