Randstad es el segundo grupo más grande a nivel mundial en servicios de RRHH con más de 50 años de experiencia en el mercado internacional. En Argentina, su máxima autoridad es la empresaria y CEO de la compañía Andrea Ávila, quien atendió gentilmente a Mirador Provincial para ofrecer un panorama sobre el presente que está atravesando el mercado laboral en un escenario complicado, los rubros más afectados y aquellas profesiones que siempre tendrán salida laboral.
—¿Qué análisis se puede hacer del mercado laboral actual?
—Viene retrayéndose paulatinamente desde el inicio del año. Es un mercado que empezó a tener un comportamiento de menor oferta de nuevos puestos y donde las empresas son más cautelosas. Este escenario, que comienza a generarse después de la devaluación, no se agrava por el default. Vemos industrias afectadas de distintas maneras, tampoco se observa una afectación generalizada dentro de una misma industria. Hay industrias automotrices muy afectadas y otras que no están tan mal. No es el típico comportamiento de crisis con decaimiento generalizado.
—¿Qué pasa particularmente en nuestra región?
—Si nos focalizamos en la región la industria de la alimentación mantuvo sus niveles cumpliendo con su ciclo de estacionalidad con buenos volúmenes de venta y no se ha visto deteriorada en la generación de empleo. Por el contrario, la industria metalmecánica ha sufrido un fuerte impacto, ya sea en grandes empresas de la región o en pymes. La industria blanca (industria del frío y electrodomésticos) también sufrió un impacto.
—¿El plan Ahora 12 cambió un poco esta tendencia?
—Hay empresas que retomaron su producción que estaba paralizada. Más allá de esta particularidad, estamos en presencia de un nivel de desempleo estructural con personas que no podrán insertarse salvo que cambien las condiciones y políticas de desarrollo social. Esto genera una tendencia a la suba de esa tasa de desempleo.
—¿Cuáles son los sectores más perjudicados?
—La industria automotriz fue la gran perdedora. La del acero se vio muy afectada aunque demuestra signos de mejora en este último trimestre. Los más estables son los rubros relacionados a la prestación de servicios. En este caso, los bancos, por ejemplo, se expandieron y abrieron más sucursales y las empresas de telecomunicaciones siguen teniendo demanda de empleo. El comercio experimentó una caída en los últimos meses.
-Saliendo un poco de la coyuntura. ¿Qué importancia le dan las empresas a la capacitación de sus empleados?
-Las empresas toman muy seriamente sus programas de entrenamiento porque impacta directamente a la productividad. Hace ya algunos años que, todo lo relacionado a la formación y capacitación resultan factores clave para todas las empresas. Hoy el entrenamiento forma parte de los programas de capital humano y se sostienen en el tiempo, más allá de los ciclos económicos positivos o negativos. Como empresa, hay que tener siempre trabajadores productivos en los ciclos adversos porque ellos sabrán cómo sortear las crisis.
—¿La clave sería mantener el equipo y estar bien armados para el despegue?
—Si miras el PBI de los últimos 100 años, te vas a encontrar con un electrocardiograma. Nuestros ciclos económicos son de mutación muy rápida en períodos de tiempo muy cortos. Si nosotros nos desprendemos del talento porque tenemos una caída, el esfuerzo que vamos a tener que hacer en reclutamiento, selección y entrenamiento, más el dinero que vamos a tener que invertir, es superior al de retener al personal en un contexto de crisis si es de corto plazo. Como país en el 2001 tuvimos una tasa del 25% de desempleo, pero no duró un año y medio, en una economía como la nuestra, donde el talento hace la diferencia y con ciclos económicos que suben y bajan, no es positivo desprenderse del personal. Dada la atipicidad de esta crisis, dado que es una crisis de expectativa, hay una mayor tendencia de retención del personal.
—¿Qué expectativa tenés para el mediano plazo?
—El problema de financiamiento tiene que ser solucionado, no descarto que este gobierno la logre y eso cambiaría el ánimo. Esperamos una reactivación económica con mejoras en general. También esperamos un rebote del precio de los commodities que tiene que ayudarnos. Las expectativas son positivas.
—¿Cómo describirías a Randstad Argentina para quienes no la conocen?
—Somos un puente, construimos el puente entre los que ofrecen y necesitan trabajo. El desafío es enorme porque una gran cantidad de jóvenes consiguen su primer empleo gracias a nosotros y el 30% mensual de la gente que trabaja es efectivizada. También somos un puente para aquellas personas que quieren trabajar menos horas, en esquemas más flexibles. El rol de ser el puente en la construcción del mundo del trabajo tiene un alto impacto.
El trabajo desde casa y la profesión que nunca falla
—¿Cuál es el perfil de los jóvenes que consiguen su primer empleo?
—Los jóvenes tienen problemas para insertarse laboralmente y es un desafío para las empresas y para las políticas públicas. Mucho se habla de las nuevas generaciones en relación al no compromiso con adjetivos calificativos negativos. Yo tengo que decir que la nueva generación vive el trabajo de una manera diferente a la cual pertenezco, esto no significa falta de responsabilidad y compromiso, muy por el contrario. Hay un alto compromiso, ganas de formarse y mucha capacidad para trabajar en equipo.
—¿El mercado es reacio al trabajo desde casa?
—No está muy desarrollado y lo cierto es que da buenos resultados. Trabajar en la casa tiene sus desafíos, no solo para la empresa, sino también para el trabajador. Hay que saber ordenarse porque puede ser que termine trabajando más horas, exige desafíos fuertes de las empresas para que sea algo saludable.
—¿Cuáles son las carreras con mayor demanda?
—Ingeniería en cualquiera de sus versiones. Hablar de una carrera del futuro es difícil, hoy lo que se busca es que el trabajador tenga la capacidad de brindar su conocimiento sea cual fuere el lugar que le toque desarrollarse. Tenemos que tener una formación basada en la metodología y en la capacidad para ser flexibles, creativos y adaptarnos a los cambios.
—¿Los argentinos somos reacios a buscar empleo en otras ciudades?
—La movilidad geográfica es bajísima. Quienes tienen mayor cultura de movilidad son los trabajadores de bancos, pero aún hablando con directivos de bancos, nos cuentan que la movilidad es muy baja. No nos gusta movernos.
BIOPROFESIONAL
Andrea Ávila cuenta con más de 20 años en la industria de los recursos humanos. Es abogada por la Universidad Católica Argentina y Magíster en asesoramiento jurídico de empresas por la Universidad Austral (Argentina). La Ceo de Randstad Argentina participa activamente en iniciativas en el campo social y actividades relacionadas con la RSE. Entre ellas, se destaca su reciente designación como Representante de la Mesa Directiva de la Red Argentina del Pacto Global.
Además, integra las comisiones directivas de la Cámara Argentina de Servicios Empresariales Especializados y Complementarios (CASEEC), la Federación Argentina de Empresas de Trabajo Temporario (FAETT) y de MoveRSE, una organización sin fines de lucro especializada en RSE.
Si nosotros nos desprendemos del talento porque tenemos una caída, el esfuerzo que vamos a tener que hacer en reclutamiento, selección y entrenamiento, más el dinero que vamos a tener que invertir, es superior al de retener al personal en un contexto de crisis si es de corto plazo”. Andrea Ávila, CEO de Randstad Argentina
RANDSTAD EN NÚMEROS
Randstad es el segundo grupo más grande a nivel mundial en servicios de Recursos Humanos. Con más de 50 años de experiencia en el mercado internacional, cuenta con 29.320 empleados que proveen servicios integrales de RRHH a empresas clientes en más de 40 países. Esta trayectoria permite que la compañía emplee diariamente a 581.700 colaboradores a través de sus 4.496 oficinas distribuidas alrededor del mundo. Su facturación global en 2013 superó los 16.000 millones de euros. En Argentina, Randstad cuenta con una red de 38 sucursales, donde 300 empleados gestionan una nómina diaria de 11.000 trabajadores que generan valor en las empresas más grandes del país.
Hoy el entrenamiento forma parte de los programas de capital humano y se sostienen en el tiempo, más allá de los ciclos económicos positivos o negativos. Como empresa, hay que tener siempre trabajadores productivos en los ciclos adversos porque ellos sabrán cómo sortear las crisis”.
Fuente: El Mirador Provincial