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En vacaciones, descubren el artista que tenían escondido
En el Timoteo Navarro, Tucumán, los chicos recorren una muestra de escultura y crean las propias. El Ente Cultural organizó “Vamos al museo”, una oferta cultural de verano “sólo para chicos” de entre seis y 10 años.
"Cuando sea grande me gustaríaser artista. Hacer pinturas detodo lo que hay en el mundo, expresarcosas y que la gente disfrutey ame el arte”, explica SamirAbdala que a pesar de tenertan sólo 7 años, habla como adultoy deja en claro que su destinoes el arte.Él, como muchos otros chicos,está experimentando un momentoúnico.
El taller “vamos al museo”acaba de iniciar en el Museo Provincial de Bellas Artes Timoteo Navarro y está destinado aniños entre seis y diez años.Muchos pequeños como Samiraprovecharán esta oportunidadpara aprender y hacer crecer sufascinación por el arte. En totalson 100 niños los inscriptos y sedividen en cuatro grupos que trabajande martes a viernes en lasinstalaciones de la sala de exposiciones.
La Directora artística de artesvisuales de la provincia, licenciadaen artes Claudia Epstein, explica:“es una muestra colectiva,donde los chicos pueden apreciaresculturas en su gran diversidad”.“Primero, mediante una visitaguiada al iniciar la jornadaconocerán las piezas expuestas;luego, ante los estímulos que lesden estas obras de arte, irán explorandosentimientos y sensaciones,y realizarán una réplica,o lo que quieran, con distintosmateriales que ellos mismos trajeron.Luego de tres jornadas, sehará una muestra donde expondremoslas obras que realizarondurante el taller”, puntualizó lalicenciada Epstein, en diálogocon LA GACETA.
Cada chico pone toda su atenciónen las distintas obras quehay y eligen sobre cuáles trabajar. Las esculturas expuestas enel Timoteo Navarro están realizadascon metal, madera o vidrio;los pequeños artistas buscan ensus cajitas cartón, alambre y papelcelofán para poder darle formapropia a lo que el modelo leinspira.Abril Marsiglia, de 10 años, seha compenetrado con la obra deuna artista tucumana, PatriciaNader, en la que distintas formasgeométricas se combinan y mezclancon vidrios de colores. Ellaavanza muy concentrada, cartulinay cartón corrugado en mano.
“Mi abuela me inscribió en el tallerporque me encanta el arte.Amo dibujar, siempre lo hago yella lo sabe. Cuando pinto sientoque puedo expresar todos missentimientos y me siento completa”,explicó Abril, sin dejar de mirarni un segundo su pequeña esculturaen producción.Mientras pasa el tiempo, loschicos conversan sobre sus vacacionesy sus hobbies pero ningunoquita sus manos de los materialesque trajeron. Se pasanunos a otros la tijera y el alambre,algunos deambulan mientrasbuscan ¿inspiración?
Algunos pueden explicar cuándoy por qué empezó este, suamor al arte. Otros no tienenidea, pero están muy seguros deque quieren eso para sus vidas.“Toda mi vida me gustó el arte,desde que soy chiquita. Siemprepintaba y dibujaba. A veces encasa, me ponía a jugar con cintasde colores y creaba en el sueloformas y diseños abstractos”,cuenta Agustina Velasco, de 9años. Las demás, sin mirarla,asienten con la cabeza.“Mi sueño es ser artista, poreso este taller me sirve mucho.Mi mamá hace esculturas y desdepequeña siempre le pido queme lleve a distintas muestras. Micasa está llena de miniesculturasque hice yo. Algunas de plastilina,otras de arcilla, de cartón ode lo que sea”, explica muy emocionadaQuilla Celeste Matías.La visita a un museo para muchoses una actividad aburrida;los chicos aseguran que no es así;que, por el contrario, es muy entretenido;y que se perciben sensacionesque otras actividades noproducen.
“Descubrí que visitarun museo es muy divertido y quepodés hacer muchos amigos. Yovine al taller con mis dos hermanos,y cada uno ya armó su grupito”,cuenta, con una gran sonrisa,Federico Santilli de 9 años.Mientras que el pequeño Samiragrega: “Esta es la primera vezque vengo a uno de arte y me pareciófascinante; la visita corroboróque esto es lo que más megusta y que es lo que quiero hacertoda mi vida”.Sin dejar de observar a los niños,Epstein explica que los chicosllegaron muy entusiasmadosy que muchos ya habían visitadoel museo. Para ella, eso generauna mayor satisfacción; dice queeso indica que en los niños se estágestando la costumbre deacercarse a las galerías de arte.“Todos tienen pasión por el arte yse nota desde que llegan. Tienenuna imaginación y una cabezaque rebalsa de curiosidad artística.Es un placer encontrarte coneste tipo de cosas”, añade GloriaSáez, empleada del área de producción,coordinación y montajedel museo, mientras les toma fotografíasa los chicos que en ningúnmomento dejan de crear.
Fuente: La Gaceta - Tucumán
1 comentario
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Cristina dice ...
11/2/2011 19:34
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