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Jaime Roos y sus clásicos le abrieron las puertas al carnaval en Santa Fe
La cuarta edición del ciclo La Plaza de la Casa, que organiza el Ministerio de Innovación y Cultura de la provincia, tuvo su puntapié inicial anoche con la actuación del músico uruguayo.
Engrudo, balde de albañil y papel de diario en mano, en un rincón de la plaza Ulises Bechis, Joaquín Lavini y una legión de improvisados ayudantes de diez años para abajo comenzaron a darle forma al Rey Momo, cuando la luna todavía no se animaba a dar el sí.
En otro rincón, decenas de pibes hacían cola para dibujarse un arco iris o un dragón en las mejillas.
Munidos de barbijos; rodeados de latas, pinturas y taladros, otros construían instrumentos musicales; mientras las chicas se armaban vestidos de cartulina, máscaras y pelucas de papel crepe.
La cuarta edición de La Plaza de la Casa confirmó que la cita de acceso libre y gratuito- ya es un clásico para los santafesinos, que anoche colmaron la Plaza 25 de Mayo. El gobernador Hermes Binner y la ministra de Innovación y Cultura Chiqui González estuvieron en las butacas, mezclados entre el público.
Con burbujas sobrevolando la escena y parejas de baile derrochando sensualidad, La Sonera fundada por Darío Yuyo Céspedes y Alejandro Perazz- fue la encargada de calentar el escenario que esta vez, a diferencia de las anteriores, estuvo ubicado en la esquina de San Martín y 3 de Febrero.
Imágenes alusivas a los carnavales de principios del siglo pasado, mesitas al modo de un pequeño bar instalado frente a la Casa Gris, improvisados bailarines entre los canteros: de a poco el ánimo de fiesta fue colándose entre la gente. Hacia las diez de la noche, con un clima inmejorable, la atmósfera ya estaba a punto para recibir al uruguayo y su banda.
FIESTA RIOPLATENSE
Antes del primer sonido, las palmas marcaron el ritmo de murga, que se mantendría intacto durante la hora y media de recital. El nombre que eligió el artista para el concierto fue: “Clásico”. “Son todos los temas que pasaron alguna vez por las radios”, advirtió, a modo de introducción.
Acompañado por los doce músicos de Contraseña, entre los que se destaca el maestro Hugo Fattoruso en teclados y el cantor Freddy Bessio como referente del ensamble murguero, Roos desplegó un abanico de temas clásicos, que arrancó con “Amor profundo” e incluyó “Amándote”, “De la canilla” (estrenada por Adriana Varela, esta vez adaptada al ritmo murguero) y “Catalina”, entre otros.
“Que el letrista no se olvide”, ajustado resumen del espíritu del tablao, estuvo precedida por el agradecimiento del artista “por el amor, el respeto y la alegría que los argentinos nos dan a los uruguayos cada vez que venimos a este país”.
“Cuando juega Uruguay” y “Colombina” fueron el principio de la despedida: “Quiero llevarme su sonrisa dibujada”, le cantó el artista al público, y la consigna, para ese entonces, parecía cumplida.
Para los bises llegaron “Durazno y Convención”, “Los futuros murguistas”, “Adiós juventud” y “Los olímpicos”.
En medio de la plaza, el Rey Momo quedó esperando la llegada del 8 de marzo, cuando será quemado en La Redonda, como manda la tradición.
Fuente: El Litoral