El veloz avance de las denominadas nuevas tecnologías y la consiguiente transformación digital que han causado ha sembrado el temor en los trabajadores. Por lo general, las TIC se asocian a la automatización y a la pérdida del empleo.

Esta idea se debe, básicamente, al recuerdo de lo que ha ocurrido históricamente con el avance de la tecnología y su impacto en el empleo. Un claro ejemplo de ello es el repaso por las profesiones que desaparecieron a causa de la llegada de las primeras tecnologías.

Históricamente, la llegada de la tecnología ha implicado una deshumanización del empleo, haciendo que el trabajo manual fuera reemplazado por máquinas en algunas profesiones, como por ejemplo:

Encargado de videoclub: los VHS son cosa del pasado, desde ya hace varios años es posible encontrar películas online y descartar completamente la idea de alquilar una

Faroleros: se ocupaban de encender los faroles del alumbrado público cada noche y de apagarlos al caer la mañana. Desde la llegada de la energía eléctrica, este empleo desapareció por completo.

Despertador: por extraño que pueda parecer, hace décadas el oficio de despertador era sumamente valorado. Estos se ocupaban de despertar a sus clientes a la hora indicada para que estos consiguieran llegar a sus empleos a tiempo, pero con la llegada de los teléfonos celulares y los despertadores manuales esta profesión pasó al olvido.

Operadores telefónicos: con el comienzo de la telefonía, las operadoras conectaban a los interlocutores de forma manual. Con el avance de la telefonía y las tecnologías necesarias para ello, esta profesión dejó de ser necesaria.

Repartidor de leche: antes de la existencia de las heladeras, la leche se estropeaba rápidamente, por lo que era necesario contar con vendedores que la acercaran a los hogares directamente desde las granjas. La creación de las heladeras hizo desaparecer estos empleos.

 

El inminente avance de las denominadas Tecnologías de la Información y la Comunicación, la Inteligencia Artificial, Robótica y el Big Data resucitan en los trabajadores estos temores. No en vano, organismos como la Organización Internacional del Trabajo y el Foro Económico Mundial han señalado que los empleos manuales poco a poco desaparecerán.

La transformación digital requerirá profesionales con tareas que no puedan automatizarse, y por tanto, pasar a manos de los robots. Es decir que, a pesar de implicar una pérdida de empleo en ciertas profesiones, causará un aumento en áreas vinculadas a la Tecnología y la Ingeniería, como disciplinas imprescindibles para la era digital.

El veloz avance de las denominadas nuevas tecnologías y la consiguiente transformación digital que han causado ha sembrado el temor en los trabajadores. Por lo general, las TIC se asocian a la automatización y a la pérdida del empleo.

Esta idea se debe, básicamente, al recuerdo de lo que ha ocurrido históricamente con el avance de la tecnología y su impacto en el empleo. Un claro ejemplo de ello es el repaso por las profesiones que desaparecieron a causa de la llegada de las primeras tecnologías.

Históricamente, la llegada de la tecnología ha implicado una deshumanización del empleo, haciendo que el trabajo manual fuera reemplazado por máquinas en algunas profesiones, como por ejemplo:

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Faroleros: se ocupaban de encender los faroles del alumbrado público cada noche y de apagarlos al caer la mañana. Desde la llegada de la energía eléctrica, este empleo desapareció por completo.

Despertador: por extraño que pueda parecer, hace décadas el oficio de despertador era sumamente valorado. Estos se ocupaban de despertar a sus clientes a la hora indicada para que estos consiguieran llegar a sus empleos a tiempo, pero con la llegada de los teléfonos celulares y los despertadores manuales esta profesión pasó al olvido.

Operadores telefónicos: con el comienzo de la telefonía, las operadoras conectaban a los interlocutores de forma manual. Con el avance de la telefonía y las tecnologías necesarias para ello, esta profesión dejó de ser necesaria.

Repartidor de leche: antes de la existencia de las heladeras, la leche se estropeaba rápidamente, por lo que era necesario contar con vendedores que la acercaran a los hogares directamente desde las granjas. La creación de las heladeras hizo desaparecer estos empleos.

 

El inminente avance de las denominadas Tecnologías de la Información y la Comunicación, la Inteligencia Artificial, Robótica y el Big Data resucitan en los trabajadores estos temores. No en vano, organismos como la Organización Internacional del Trabajo y el Foro Económico Mundial han señalado que los empleos manuales poco a poco desaparecerán.

La transformación digital requerirá profesionales con tareas que no puedan automatizarse, y por tanto, pasar a manos de los robots. Es decir que, a pesar de implicar una pérdida de empleo en ciertas profesiones, causará un aumento en áreas vinculadas a la Tecnología y la Ingeniería, como disciplinas imprescindibles para la era digital.

Fuente: Universia.