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Oficios, esas competencias que escasean en el país
Suena increíble, pero las empresas no logran hallar personal capacitado en oficios tradicionales, pese a que en otra época la Argentina llegó a exportar matriceros -operarios de matrices para hacer piezas mecánicas- a Estados Unidos. Quienes tenían esos oficios se jubilaron sin enseñar sus secretos, y a los que podrían volver al trabajo tampoco los quieren porque no responden al perfil de empleado que se busca, fogueado por las transformaciones de los ’90.
"Esta situación se da especialmente en la industria pesada y en la metalúrgica, pero afecta a todos los sectores productivos. No olvidemos que desde la década del 90 se dio en nuestro país un creciente proceso de desindustrialización, impulsada por la importación a mansalva de bienes y servicios. Esto impactó en las llamadas industrias duras, que durante muchísimos años no generaron demanda laboral alguna", sostiene Pablo Molouny, gerente general de Trabajando.com.
Otra característica importante a la hora de plantear la necesidad de oficios es que hace apenas unos años las empresas pedían gente para que haga una tarea específica detallando un mínimo de requerimientos, pero ahora, quieren recursos que sepan cumplir determinados roles. Dicho de otra manera: se necesitan empleados que, además de saber utilizar una herramienta o saber operar un equipo, pueda integrar o coordinar equipos de trabajo, resolver problemas por sí misma y ser capaz de hacer otro trabajo, si la estrategia de la empresa o los vaivenes del mercado lo requieren.
El origen
El objetivo se reduce entonces hacia las "competencias laborales", es decir a las capacidades y conocimiento que necesita tener un recurso para poder insertarse y progresar en el mercado laboral. Un problema es que gran parte de estas capacidades se adquieren en el mismo trabajo, resolviendo problemas y utilizando nuevos equipos, dice el informe.
El origen de ese problema se encuentra en los despidos de personal capacitado realizados por las empresas durante las últimas dos décadas. Los años de freno experimentados por ciertas industrias produjeron que muchos de los expulsados de sus antiguos oficios hoy no estén en edad de retomarlos o prefieran continuar en sus ocupaciones actuales. Al respecto Molouny señala: "hoy no se encuentra personal de la industria química y el sector de la construcción menores de 50 años. Los que están calificados para realizar las tareas, están muy cerca, por una cuestión etárea, de salirse del mercado laboral. Es una situación compleja para las empresas".
Fuente: La Gaceta
