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La UNLP va a la escuela para combatir la deserción
En la Escuela Técnica Nº 5 de Villa Elvira se eligieron 60 chicos y se les hizo un seguimiento durante un año.
Con las elevadas cifras de deserción escolar en la mano, el proyecto de Voluntariado Universitario de la UNLP decidió encarar una experiencia inédita: identificar uno de los colegios secundarios de la región con mayor índice de abandono y, una vez elegido, realizar durante todo el 2010 un seguimiento y acompañamiento de sus alumnos más problemáticos e intentar así que no dejen de estudiar. El lugar apuntado fue la Escuela Técnica Nº5 de Villa Elvira y los chicos en cuestión fueron 60 alumnos de ocho divisiones diferentes, cuatro de primer año y cuatro de segundo. El resultado, según los hacedores del plan, fue ni más ni menos que revertir una repetida tendencia de deserción en uno de los lugares más conflictivos de la región.
“Se compararon los grupos a los cuales se monitoreó con aquellos que no tuvieron seguimiento -apuntó Gustavo Marín, uno de los integrantes del área de Voluntariado de la UNLP-, y los resultados fueron sorprendentes. En segundo F, por ejemplo, que fue una de las divisiones monitoreadas, el ciclo lectivo lo comenzaron 24 alumnos y los terminaron 22. Fue un éxito. Pensemos que los niveles de deserción en esta escuela de Villa Elvira son muy grandes. En primero G, para que se den una idea, antes de comenzar la experiencia, es decir antes de que arranquen las clases, ya habían abandonado el colegio 13 de los 31 alumnos inscriptos”.
EL PLAN
Clic para ampliarLa estrategia que se planteó desde la UNLP -la cual fue acompañada por docentes de la facultad de Medicina, Periodismo, Humanidades y Ciencias Exactas y por alumnos de distintas unidades académicas que participan del Proyecto de Voluntariado- se organizó en dos ejes centrales. Por un lado, un seguimiento personalizado de cada alumno con contacto periódico con ellos o sus familias. Y por otro lado, tutorías académicas semanales con cada chico y actividades áulicas lunes y miércoles con talleres y charlas.
El objetivo, se explicó, se basó en enseñar distintas técnicas de estudio para que el alumno conozca las diversas herramientas y las utilice tanto ahora como en el futuro. “Se conformó un lugar en donde el alumno pudiera encontrar una orientación personalizada -apuntó Marín-. Un lugar donde encuentre incluso a estudiantes universitarios a quienes pudiera consultar. Esta propuesta no pretende suplantar los canales ya existentes en el ámbito educativo como el gabinete pedagógico y psicológico, sino complementarlo en un trabajo conjunto”.
En un primer momento se convocó a los chicos para tener una suerte de entrevista que permitiera ampliar la encuesta y evaluación que se llevaron a cabo en el espacio de los talleres. En cuanto a la propuesta del eje áulico, tuvo como finalidad trabajar distintas cuestiones relacionadas a contenidos académicos así como también incentivar a los alumnos desde otras instancias educativas. A cada uno de los alumnos se les realizó una encuesta y evaluación inicial que permitieron delinear la situación personal, tanto a nivel académico como de intereses y situación familiar, para luego ingresarlos en el sistema de tutorías personalizadas. El examen se preparó en base a contenidos de 5º y 6º, en tanto que la encuesta se organizó en tres ítems: escuela, tiempo libre y futuro.
ACTIVIDADES Y RESULTADOS
Los talleres de los que participaron los chicos abarcaron distintas actividades pedagógicas y recreativas. Desde pintar sus aulas, pasando por crear tableros de ajedrez y organizar competencias, hasta la puesta en marcha de debates luego de que se proyectaran distintos cortometrajes en las aulas o la elaboración de charlas sobre salud bucal, sobre salud sexual y reproductiva y sobre primeros auxilios.
“Desde el área que nos toca -explicó Marín-, cada docente aportó lo suyo para que el aprendizaje de los chicos sea dinámico y se interesen no sólo por aprender, sino por sentir a la escuela como un lugar propio, que les pertenece. Los alumnos universitarios que acompañaron este plan, por su parte, también fueron responsables de que los niveles de deserción en esta escuela hayan bajado. La experiencia, ante todo, permitió demostrar que si a los chicos se los acompaña y estimula los índices de abandono bajan considerablemente. No sólo hay que darles la oportunidad de que estudien, sino las herramientas para que tengan ganas de hacerlo”.
Fuente: El Día
1 comentario
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Cristina dice ...
26/4/2011 17:32
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