Pocas veces los colores de moda influyen en la decoración que no se renueva muy seguido. Pero esta vez se rompió la tradición. Los pigmentos de la ropa de temporada se escaparon de las pasarelas para meterse dentro de las latas de pintura. Así nacieron tonalidades completamente nuevas para las paredes como el visón y el uva o violeta. Pero también cambió la forma de pintar la casa. Las nuevas tendencias de vanguardia evitan poner un mismo color en todo el edificio; proponen combinar en un mismo ambiente y a veces, hasta en una misma pared, distintos colores afines o contrastantes. Todo dependerá del objetivo que se quiera conseguir.

"Jugar con los colores es importantísimo en la ambientación, ya que estos pueden influir en nuestro estado de ánimo y también en la percepción que tengamos de un espacio. Ambos aspectos pueden estar muy relacionados para conseguir los efectos deseados", explica Ana María Palou, arquitecta que se dedica a la decoración de interiores. Los colores top de la decoración son los grises visón, en su gama de claros a oscuros (no fríos, sino con algo de rojo). "El visón es un buen partener para casi todos los colores intensos, como amarillos, naranjas, rojos, violeta, verde fuerte y azul brillante", recomienda. El violeta oscuro y el borravino se combinan muy bien con el verde claro, agrega.

Una buena opción es usar un color neutro como principal, como ser arena o gris y pintar una pared con una pigmentación contrastante como el violeta. También se pueden usar distintas gamas de un mismo color para agrandar o achicar ambientes (se usan los colores claros en el primer caso y los oscuros en el segundo). Es muy positiva la inclusión de colores vivos en superficies no muy grandes, siempre que se sigan algunas leyes como por ejemplo, que los colores complementarios pueden ir juntos (rojo y verde), que un cálido saturado con un frío pastel (anaranjado combinado con gris claro) también queda bien. Un frío saturado con un cálido pastel (azul combinado con blanco cálido, beige) también es una buena opción. Los colores pasteles deben ir en superficies grandes y los intensos en pequeñas. A partir de allí todo corre por cuenta de la imaginación y el buen gusto.

Fuente: La Gaceta