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Otras formas de ser culto
Aunque no parezca, también la música, los libros y los festivales impactan en el medio ambiente. Pero hay alternativas para cambiar los hábitos y contaminar menos
Con excepción de la antigua Grecia, cuando la poesía no era más que aire moldeado por los labios de los que la recitaban, la cultura siempre se materializó en objetos tangibles. Desde las pinturas rupestres hasta el papiro egipcio, la costumbre de plasmar el arte sirvió para conocer más sobre la humanidad. Pero hoy la consigna es otra y los productos como el diario en papel y el formato CD están perdiendo vigencia en el marco de reducir el uso de recursos, el reciclado y la reutilización para dañar lo menos posible el ecosistema.
Según dijo la ministra de Industria, Débora Giorgi, en un acto de la Federación Argentina de la Industria Gráfica y Afines (Faiga): "En la Argentina se consumen 76 millones de libros por año, de los cuales el 78 por ciento se importan. Así, a la tala de más de un millón de árboles para abastecer esta producción se suman los contaminantes del transporte desde otros países.
En los últimos dos años, con la aparición del Kindle, lector portátil para libros digitalizados que almacena hasta 3500 títulos, se piensa que la alternativa al consumo de las publicaciones en papel son los lectores electrónicos y las ediciones disponibles en Internet. Sin embargo, llegan otras noticias desde Suecia: según un estudio del Centro de Comunicación Sustentable del Kungliga Teknishka Högskolan (Instituto Real de Tecnología), leer desde la computadora durante más de 30 minutos genera un gasto de energía superior al de imprimir un diario. Cuenta Mariana Diaz, periodista entrenada por Al Gore para dar su conferencia sobre el calentamiento global Una verdad incómoda y elegida por el British Council como Joven Líder Latinoamericana, que todavía no se puede afirmar que los lectores electrónicos sean más verdes que los libros: "Se está esperando una evaluación del ciclo de vida de estas tablets que permita entender los recursos que requieren. Por otro lado, se cree que poco a poco irán desplazando a las computadoras de escritorio, que requieren mucho más material, como metales preciosos, plásticos y energía".
A diferencia del libro, del vinilo al CD, la música fue transformando su formato de presentación dependiendo de las posibilidades de la tecnología. La desmaterialización es un hecho en países como Estados Unidos, donde un tercio de la música que se compra es en formato digital. Mientras tanto, en la Argentina se llegó a descargar en forma ilegal 40 millones de discos en 2007 frente a 17 millones comprados en formato físico legal, según un informe de la Cámara Argentina de Productores de la Industria Fonográfica (Capif). El productor Fer Isella, coordinador del área de música en el Mercado de Industrias Culturales Argentinas, explica que con el desarrollo cultural del país hay lugar para consumir música de manera digital y se lamenta por la imposibilidad de acceder a la tienda iTunes desde la Argentina. "Es el gran error del mercado. Las únicas opciones son descargas al celular, que son caras y funcionan sólo para simples", dice.
Mientras haya pocos métodos para comprar legalmente música en formato digital, la única opción es el CD, cuya caja genera un alto impacto ambiental al estar compuesta en su mayoría por poliestireno o PVC, que en el momento de la fabricación produce sustancias tóxicas.
En la última década, Greenpeace desarrolló la campaña Libros amigos de los bosques para proteger las plantaciones primarias e hizo que escritores del mundo publicaran en papel certificado. La autora chilena Isabel Allende se sumó a la iniciativa y editó El bosque de los pigmeos únicamente en papel reciclado, y lo mismo hizo la editorial Canadian Publisher Raincoast al publicar Harry Potter y la Orden del Fénix en papel certificado, salvando 67.000 árboles. Si la editorial estadounidense Scholastic hubiera hecho lo mismo, el número se habría elevado a 217.475.
Como todavía no toda la industria editorial trata de disminuir su huella de carbono, depende de cada uno cambiar los hábitos de lectura, ya sea comprando en ferias y librerías de usados o asociándose a la red de bibliotecas públicas. La página del gobierno porteño ofrece información sobre dónde se localizan las 29 bibliotecas públicas y los más de 100.000 títulos que ofrece. Se hacen préstamos a domicilio, además.
Si bien todavía no es fácil comprar música en formato digital, hay alternativas en la Argentina para hacer los recitales y festivales menos dañinos al ecosistema. La empresa especializada en generación y distribución de energía para espectáculos Entropía Argentina redujo un 70 por ciento las emisiones de dióxido de carbono en recitales como los de Bon Jovi, Paul McCartney y Madonna, reemplazando el combustible fósil por el biodiésel.
"Las cuatro variables principales son cómo se alimenta la energía, el transporte de quienes llegan al predio, la recolección de los residuos y la comida que se sirve", detalla Geraldine Assmus, del equipo Sustentator, que se ocupa de la organización de eventos de bajo impacto ambiental. El más integral en cuanto al cuidado de los recursos y la contaminación fue el Festival Aire, donde se buscó integrar música con ecología, reemplazando la comida rápida por un menú orgánico e incentivando con un descuento a los 850 fans que llegaron en bicicleta.
En la vereda del cine, se multiplican los festivales con temática ambiental, ideales para generar conciencia verde: el Festival Internacional de Cine Ambiental (Finca), que se realizó el año pasado en Tigre; el Ciclo de Cine Ambiental, organizado por el Banco Mundial en la Ciudad Cultural Konex, que ya va por su segunda edición, y el Green Film Fest, lanzado en 2010 por la productora cultural Green Tara. Su directora, Alejandra Cordes, cuenta que el objetivo del festival es llegar al público en un lenguaje audiovisual al que están acostumbrados: "Usamos la cultura para concientizar y que se cambien los hábitos".
Fuente: La Nación
1 comentario
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Cristina dice ...
20/6/2011 13:25
Es invevitable que la acción del hombre impacte sobre el medio ambiente. El problema se complica cuando el terreno pierde sustentabilidad. Cuánta gente puede "soportar" una superficie? Cuántas hectáreas son necesarias destinar a su alimentación?
La contaminación se puede disminuir y sus efectos pueden ser contrlados relativamente. El trabajo de concientización sobre la población es fundamental, pero también las acciones de control que pueden ejercer las autoridades son imprescindibles. |
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