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Mundos compartidos
Para celebrar sus diez años, Malba presenta varias de las principales obras de arte argentino contemporáneo que compró en la última década
El Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) festeja su primera década con Arte argentino actual , que presenta varias de las obras más importantes que el museo adquirió en los últimos años y que han duplicado la colección con la que se inició esta aventura cultural. Es una apuesta política audaz que toma partido explícito por el núcleo ígneo del arte argentino contemporáneo: el que surgió de la Galería del Centro Cultural Ricardo Rojas a comienzos de los años 90, cuando la dirigía Jorge Gumier Maier.
Arte argentino actual no se limita a los artistas que exhibieron en el Rojas entre 1989 y 1996, sino que se abre en muchas direcciones y abarca el amplio horizonte de nuestro arte contemporáneo en casi todos sus matices. A partir de ese núcleo principal, el recorrido presenta obras de artistas de los años 90 que no expusieron en el Rojas (como Jorge Macchi o Pablo Siquier) y de artistas de la primera década del siglo XXI, muchos de los cuales surgieron de experiencias que estuvieron en sintonía con el Rojas, pero que no se desarrollaron exclusivamente allí. En el catálogo, el curador Marcelo Pacheco menciona los espacios de formación, como la Beca Kuitca o el taller de Barracas, que hacia mediados de la década del 90 también se convirtieron en canteras de primer nivel. Estos espacios, junto al ICI, durante la dirección de Laura Buccellato, o en la galería Ruth Benzacar, dieron generoso cobijo a lo nuevo durante los años heroicos.
Lo primero que se ve al ingresar en la muestra es la enorme diversidad de propuestas: no hay una única estética del Rojas, como se insinuaba en las primeras críticas que recibió esta generación. Lo gay, kitsch , light que llamaba la atención a los sorprendidos críticos de entonces se ve difuso y más minoritario de lo que pareció por aquellos años.
Por ejemplo, a la muestra se ingresa a atravesando una obra Liliana Maresca (1991-1954), artista faro de esa generación y una de las grandes promotoras culturales del aquel momento. Espacio disponible es una obra conceptual y minimalista a la vez, que no se parece en nada a las otras obras suyas que también se exhiben, en las que apela más a lo formal y a la mirada irónica.
Junto a las obras de Maresca se ven obras de Feliciano Centurión y Omar Schiliro: dos artistas (como Maresca) fallecidos muy jóvenes, en los años en el que el diagnóstico de sida implicaba una muerte segura. Schiliro, Centurión y Maresca tallaron -cada uno de manera muy diversa- una obra luminosa, positiva y festiva: una celebración de la vida. Sus obras se diferencian radicalmente de la producción que desarrollaron muchos artistas internacionales que también padecían sida y que hicieron hincapié en el dolor ante la inminencia de la muerte. Esa diferencia entre los artistas del Rojas y los extranjeros es una de las características centrales del arte argentino de los años 90: no se pliega a las corrientes internacionales que estaban de moda.
La muestra Arte argentino actual es una de las más importantes que se pueden ver este año en Buenos Aires (y un hito en la historia de Malba), no sólo porque exhibe obra de primer nivel de artistas de la talla de Marcelo Pombo, Alberto Goldenstein, Sebastián Gordín, Graciela Hasper, Magdalena Jitrik, Elba Bairon, Román Vitali, Cristina Schiavi, Nushi Muntaabski, Leo Battistelli, Flavia Da Rin, Leopoldo Estol, Diego Bianchi, Sergio Avello, Dino Bruzzone, Fabián Burgos, Nicola Costantino, Matías Duville, Marina De Caro, Gustavo Di Mario, Tomás Espina, Manuel Esnoz, Marcelo Grosman, Raúl Flores, Fernanda Laguna, Daniel Joglar, Fabio Kacero, Marcos López, Miguel Mitlag, el grupo Mondongo y varios otros (entre los cuales hay algunos extranjeros, como Francis Alÿs), sino porque presenta, a través de esas obras, un relato fundante de la historia de nuestro arte contemporáneo.
Con esta muestra, Malba interviene fuertemente en el debate cultural y acredita su clara opción por una de las lecturas posibles del arte contemporáneo: la de aquellos que hicieron estallar la belleza en la Buenos Aires de los años 90, cuando la vida se había convertido en una mercancía y todo se desvanecía en el aire. Menos la amistad y la alegría de inventar mundos compartidos.
Ficha. Arte argentino actual en Malba (Avda. Figueroa Alcorta 3415), hasta el 29 de agosto. Visitas guiadas: miércoles, viernes y domingos a las 17. Los jueves 4, 11, 18 y 25 de agosto, a las 18.30, Daniel Molina dictará un curso relacionado con la muestra
Fuente: La Nación