Noticias
Las historias más felices son las que terminan en libertad
La Reserva Experimental de Tucumán celebra sus 25 años. Desde la apertura en 1986 su nombre y sus objetivos han cambiado: de ser una especie de zoológico devino en centro educativo ambiental. La lucha contra el contrabando de animales salvajes y el mascotismo se gana con información. Otra meta: enseñar a convivir con la naturaleza. Inauguran mejoras para celebrar el aniversario.
"¡Oh, yeah!" exclama la rubia de Chicago cuando un traductor le explica que el bicho que tiene enfrente, un hurón menor adulto, es similar al que aparece en la película "Mi novia Polly" con una correa y de paseo en la ciudad. Acá no está paseando, pero ha llegado a esa jaula justamente porque alguna vez alguien lo "adoptó" como mascota y después se arrepintió. Ahora enternece la mirada de los visitantes con su cara apoyada en el suelo y sirve como ejemplo. La anécdota pasa y el recorrido continúa por las lomadas húmedas al pie de San Javier.
Historias como la del hurón sobran en la Reserva Experimental de Horco Molle (REHM), que mañana cumple 25 años. Los objetivos ya no son los mismos que cuando se inauguró, en 1986. Por aquellos días, un nuevo ejemplar en el paraíso de su cautiverio ayudaba al aprendizaje de los estudiantes de la Facultad de Ciencias Naturales de la UNT. Pero hoy el sueño de todos los que trabajan en la Reserva es que todos esos animales pudieran volver a su hábitat natural. No es tan fácil, pero lo intentan día a día.
"Nació como un muestrario de flora y fauna, que servía además de laboratorio de campo para estudiantes e investigadores. A partir de 1993 se le puso el nombre que lleva hoy en día, y las finalidades cambiaron: hemos transformado la Reserva en un centro de educación ambiental. Es un área en la que se hace investigación en ecología y en conservación de ecosistema", explicó el director y doctor en Biología, Juan Pablo Juliá.
La finalidad, más que sorprender e impresionar con especies exóticas como sucede en los zoológicos, es que los visitantes se lleven una lección sobre el cuidado del ambiente durante la hora que dura el recorrido completo. Además de las visitas guiadas, se organizan también talleres educativos de jornada completa. Allí los estudiantes viven la experiencia del cuidado ambiental y aprenden a hacer tareas de vivero. Los talleres son para chicos del nivel inicial, primaria y secundaria, cada uno con contendios adecuados.
Para destacar
"Nada se va a proteger, a conservar, si la sociedad no lo reclama. Y para que reclame, la gente tiene que estar informada", sentencia Juliá, sintetizando la filosofía de la institución.
El camino recorrido por la REHM es un polo de referencia de educación ambiental y de conservación. La visita de estudiantes ya es prácticamente obligada, pero además las direcciones de Fauna de las provincias del NOA la tienen como primera opción cuando se presenta la necesidad de rehabilitar un animal salvaje. "Hace poco Buenos Aires nos recomendó para intervenir en el caso de un ave con malformaciones en el pico. Es algo muy importante que nos tengan en cuenta de esa manera", se entusiasma Juliá.
Los 25 años vienen con obras que son importantes para que las visitas a la Reserva sean más cómodas. "Ampliamos el aula donde damos los talleres educativos, renovamos los baños y construimos uno para discapacitados, algo que teníamos pendiente. Son cosas importantes para brindar un mejor servicio", contó Ana Paula López, coordinadora del área de Educación Ambiental.
"Quienes nos visitan quieren llevarse un souvenir", apunta López. Por eso aprovecharon la ocasión para crear el merchandising de la Reserva. Hay pines, postales y remeras con fotos de animales que viven dentro de la reserva, entre otros accesorios. "Además del recuerdo, estas ventas nos ayudan con el mantenimiento de las intalaciones", explicó López.
La instalaciones están preparadas para que las familias puedan disfrutar de una jornada diferente: hay quinchos, asadores, grandes sombras, olor y paz de campo. Y no es porque sí: ofrecer este servicio tiene una doble y maravillosa intención. "Creemos que si las personas tienen la posibilidad de disfrutar, que si experimentan la convivencia armónica con la naturaleza, entonces tomarán partido por ella -reflexionó Juliá-. En cambio, si ven la naturaleza como algo abstracto, difícilmente establezcan una empatía y se interesen por cuidarla".
El derrotero
Los nuevos huéspedes
Los animales llegan a la Reserva por tres motivos principalmente: porque alguien los encuentra lastimados, porque la Dirección de Fauna se incauta de ejemplares que vienen de contrabando en viajes; o porque alguien los tuvo como mascota y se arrepintió.
Puesta a punto
Algunos animales llegan lastimados (por culpa de una trampa, por ejemplo) o mal alimentados y deshidratados (sobre todo en casos de contrabando). En la Reserva recomponen su salud e investigan las condiciones en las que se desarrolló.
Evaluación exhaustiva
Los animales son atendidos y ubicados según sus necesidades. El equipo de la Reserva observa su comportamiento para saber, por ejemplo, si pueden buscar su propio alimento y evalúan si será posible y/o conveniente devolverlos a su ambiente natural.
Un final no siempre feliz
Lo ideal es que el animal vuelva a su ámbito natural, pero no siempre es posible. El que fue mascota durante un tiempo, por ejemplo, tendría problemas para buscar alimento, ya que está acostumbrado a que "el amo" se lo dé. En ese caso, se que queda en la Reserva.
Fuente: La Gaceta