La Sarmiento fue anfitriona en una exposición en la que cada una de las siete escuelas de la UNT exhibió sus talentos y sus obras. Se participó en actividades interactivas y se mostró la actividad académica de las escuelas preuniversitarias. Diálogo entre los oficios, las ciencias y las humanidades.

"Lo que más me gustó fue el concierto de piano que dio un chico de la Escuela de Música", dice Felipe Bedoian (10 años), alumno de 1º Preparatorio del Gymnasium universitario, que junto con su compañero Augusto Soria, recorren asombrados la II Muestra de las siete Escuelas Experimentales de la UNT, que entre todas reúnen 4.900 alumnos. Así como ellos, muchos chicos y chicas de esas escuelas y de otras no universitarias, poblaron los patios y las galerías de la escuela anfitriona, la Sarmiento, durante tres días, hasta ayer. Allí se reunieron docentes y alumnos, e intercambiaron experiencias de enseñanza y de aprendizaje en un amplio abanico. 

"La exposición se presenta bajo diversas modalidades, ya en paneles, ya en exposiciones de trabajos, en video, en espectáculos en el auditorium o en talleres", explica la profesora Manuela Aguirre de Romano, directora de la escuela. "Ello produce una intensa actividad en todo momento. Así, mientras los alumnos de Bellas Artes deslumbran haciendo esculturas en cerámica o trabajando en arte impreso, hay quienes disfrutan de un concierto de música clásica o compran plantas en el stand de la Escuela de Agricultura", agrega el arquitecto Horacio Fanlo, coordinador de la muestra. 

Paula Saracho, de 9ºH de la Sarmiento, no sale de la sorpresa por haber visto cómo construían bancos de mampostería -vistos en una fotografía tomada en Aguilares- los alumnos del Técnico de esa ciudad del sur.

"Pour faire un portrait d’un oiseaux" (Para hacer el retrato de un pájaro), un poema de Jacques Prevert, es dramatizado por alumnas de 6º año de la Sarmiento en el Taller de Idioma. 

Un robot

Por peso propio, una de las mayores atracciones de la muestra es un brazo neumático, desarrollado por alumnos de 4º año del Instituto Técnico, como proyecto final. Facundo Brandán explica cómo funciona y para qué sirve del robot. "La función principal es clasificar elementos, en este caso, latas, según tamaño, mediante un sensor, comandado por una computadora. Cuando la lata pasa a través del sensor, le envía una señal eléctrica a la computadora, y esta le da una orden a la máquina; esta sujeta la lata, la eleva, y la lleva a la cinta transportadora correspondiente", detalla. Además explica que el aire comprimido sirve básicamente para automatizar sistemas, y se aplica tanto en la industria como en la vida cotidiana: la puerta de los colectivos funciona con aire comprimido", ejemplifica.

"Les enseñamos a los visitantes a conectar circuitos, y también técnica de soldadura", dice Francisco Aguilar, y exhibe sillas, candelabros y percheros de hierro. En un sector de la galería, el profesor Jorge Gutiérrez, de la Escuela de Bellas Artes, comanda el taller de fanzine o libro colectivo, a partir de recortes de diarios y revistas, cada visitante escribe un poema de amor a partir de letras o palabras que se pegan en una hoja... y bellas palabras de se dejan ver en grandes caracteres.

Fuente: Diario La Gaceta - Tucumán