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Chicos de seis escuelas se unen en una movida por la integración
Casi 200 alumnos participaron de un proyecto que apunta a prevenir problemáticas sociales
Como corolario de un proyecto que desarrollaron durante todo el año, casi 200 alumnos de 6 escuelas primarias de Altos de San Lorenzo y alrededores participaron ayer de una jornada de integración en el Centro Barrial que funciona en 81 entre 20 y 21, coordinada por la Juegoteca que funciona en el lugar y los equipos de orientación escolar (ex gabinetes psicopedagógicos) de los distintos colegios. Mejorar el aprendizaje de los niños a través del juego y educarlos en valores como el respeto y la solidaridad son los objetivos centrales de la propuesta.
El proyecto lo vienen llevando adelante los equipos de orientación de las escuelas N° 40, 62, 58, 22, 11 y 72. "Lo principal es lo pedagógico", explicó la orientadora social de la Escuela 58 -71 y 18-, Andrea Donadi, pero resaltó que "la integración es una forma de prevenir problemáticas sociales".
Tras contar que la iniciativa comprende por ahora a los cuartos grados, por lo cual ayer se juntaron a jugar y, por qué no, a trabar amistades, unos 180 niños -a razón de 30 por curso-, Andrea señaló que "es indispensable fortalecer vínculos entre los chicos, y el juego es una herramienta espectacular. De lo contrario, o bien están encerrados en sus casas porque 'el afuera' es bravo, o bien deambulando en la calle. En definitiva, apuntamos a un desarrollo integral de la niñez", enfatizó.
La docente reseñó que "este es un proyecto de la rama de Psicología de la dirección de Educación, denominado Redes Intrainstitucionales Educativas Comunitarias (Riec). Cuando supimos que existía la Juegoteca en Altos de San Lorenzo nos pusimos en contacto y comenzamos a trabajar con ellos". Fue el medio ideal para avanzar en la propuesta.
JUGAR, CREAR, APRENDER
Desde el punto de vista pedagógico, explicó que "los chicos, a lo largo del año y cada uno en su escuela, fueron eligiendo juegos y también inventando otros, muchos de ellos con material reciclado -subrayó-. Entonces, o tenían que leer e interpretar las reglas, o directamente crearlas y escribirlas", señaló.
Por su parte, los equipos de orientación de las seis escuelas se juntaron una vez por mes en los diferentes colegios.
"Los alumnos tenían que intercambiar los juegos. Para ello, cuando los de un establecimiento le pasaban uno a los de otro, debían enviarle las explicaciones acerca de cómo era y cómo se jugaba. Incluso llegaron a armar y escribir libritos", detalló.
Ayer se conocieron. Y jugaron. Se divirtieron y se respetaron. "Eran muchos, sin embargo en ningún momento hubo necesidad de llamarles la atención. Tuvieron que escuchar a la coordinadora de la Juegoteca, Mercedes, y luego escucharse entre ellos cada vez que una escuela explicaba su propio juego. Tenían una alegría terrible. Fuimos y volvimos caminando 12 cuadras, pese al calor, y no dejaron de cantar y reír", dijo Andrea. Una experiencia a imitar.
Fuente: El Día