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El títere como una herramienta educativa
Su origen es antiquísimo y posiblemente haya que rastrearlo en la culturas orientales como la china o la japonesa. Algunos estudiosos sostienen que fue el precursor del teatro, mientras que en China estuvo ligado a la música.
En el sitio web de la Revista Imaginaria (http://www.imaginaria.com.ar), puede leerse un artículo del notable titiritero argentino Javier Villafañe (1909-96) en el que señala que Charles Nodier, ferviente admirador de los títeres, escribió sobre su origen en la Revue de Paris: "Al no poder fijarse la época precisa de su nacimiento, puede decirse que el títere más antiguo es la primera muñeca puesta en las manos de un niño, y que el primer drama nace del monólogo, mejor dicho del diálogo que sostiene el niño y su muñeco. Yo quisiera -continúa- poder dar a los comediantes un origen más ilustre, pero está perfectamente demostrado que descienden en línea recta de los títeres y confesaremos que, varios entre ellos, los que más admiramos en los grandes teatros, han conservado un aire de familia".
En Tucumán, existe una tradición de muy buenos titiriteros. En 1956 se creó la Escuela de Títeres del Consejo de Educación de la Provincia y a partir de 1958, al establecerse en el local del colegio Padre Roque Correa, la escuela entró a funcionar regular y orgánicamente, encargándose de la dirección su fundadora, Alba Enrico de Vaca.
En otras ocasiones, hemos reflexionado sobre las virtudes del títere como una herramienta educativa y social. Hace dos semanas, informamos que un grupo de alumnos de la Banda del Río Salí, iniciados en el mundo de los títeres, ganaron un certamen nacional entre 100 escuelas argentinas, y viajarán a México en representación de nuestro país. Los estudiantes que egresaron el año pasado de la secundaria y actualmente cursan estudios universitarios, continúan trabajando juntos en esta pasión artística. Contaron con el apoyo de la escuelas de Títeres de la provincia y de Comercio de Banda del Río Salí. Los chicos aprendieron en la primera de ellas a hacer los muñecos y a montar las obras cuando iban a tercer año. Comenzaron a actuar para los niños que concurren al Policlínico bandeño. Luego llevaron los muñecos a la escuela Juan C. Méndez y al CIC de Lastenia.
María Teresa Montaldo, titiritera tucumana de importante trayectoria, considera que "un chico es feliz cuando puede crear" y destacó su utilidad como herramienta para la enseñanza en su libro "El títere aplicado a la educación". La artista, que fue una de las fundadoras de la Escuela de Títeres de la provincia, destaca también el empleo de los muñecos en el trabajo terapéutico con chicos discapacitados. En su opinión, hay una decidida tendencia a usar títeres en el campo de la salud mental y de la readaptación social. En México se trabaja con chicos en situación de calle. En Argentina hay experiencias exitosas en el campo psiquiátrico, sobre la base de los ejes enfermo-médico-titiritero. "Los chicos enfermos se comunican mucho más con los muñecos que con los médicos y hasta con su propia madre", señaló en una entrevista que publicamos en nuestra edición de ayer.
La educación artística sigue siendo un vehículo de formación de gran utilidad. Si todos los establecimientos educativos contaran con elencos teatrales y de títeres, con coros, con talleres literarios o de fotografía y se organizaran permanentemente certámenes intercolegiales, estaríamos estimulando la imaginación, la sensibilidad y la creatividad de nuestros niños y adolescentes.
En su última visita a Tucumán, en abril de 1991, en una entrevista con nuestro diario, respecto del futuro de los títeres ante el avance de la televisión, Javier Villafañe dijo: "una cosa tan vieja como el hombre no puede pensar en futuro. El futuro puede ser ayer. Nadie puede ponerle fecha a la imaginación, a los sueños".
Fuente: La Gaceta
1 comentario
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Tamara dice ...
25/7/2010 16:59
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