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¡Bienvenida Tecnología!
Se aprobó el uso de sistemas en la línea de gol y la presencia de cinco árbitros en el campo
ZURICH, Suiza.- Se acabó la espera. Después de muchos estudios y deliberaciones, la FIFA, de alguna manera, también salió del closet. En una histórica reunión se anunció con bombos y platillos que se introducirá tecnología en la línea de gol en algunos torneos, se permitirá que sean cinco los árbitros que controlen los encuentros y se autorizó el uso de velo o hiyab por parte de jugadoras de religión musulmana.
Y la aplicación no está muy lejana. Según la FIFA, se la podrá utilizar en el Mundial de Clubes que se disputará en diciembre en Japón, la Copa de las Confederaciones (2013) y el Mundial de Brasil (2014). Esta resolución se tomó luego de que la aprobaran los sistemas Hawk-Eye (conocido como ojo de halcón) y de GoalRef, invenciones de dos empresas que realizaron experiencias pilotos en distintas partes del mundo.
Con este paso la FIFA quiere poner punto final a los llamados goles fantasmas, como se lo bautizó poco después de que la pelota que había disparado el inglés Frank Lampard y que cruzó la línea no fue convalidado por el árbitro en el Mundial de Sudáfrica. En la reciente Eurocopa, Ucrania fue eliminada a pesar de que había marcado un tanto en el duelo contra Inglaterra que el juez no concedió.
Un día después de ese encuentro, Josep Blatter, presidente de la FIFA, opinó sobre esta cuestión en Twitter: "después del partido de ayer, la tecnología en la línea de gol no es ya una posibilidad, es una necesidad".
Semanas después de que se conociera ese comentario, se aprobó el cambio que, según la entidad madre del fútbol mundial, en los estadios se podrá utilizar cualquiera de los dos sistemas.
Otra óptica
El francés Michael Platini, presidente de la UEFA, siempre se opuso al uso de la tecnología, porque prefiera la utilización de cinco jueces por encuentro, es decir el principal, dos asistentes y dos de arco.
La FIFA no se opuso a ese método y también le dio el ok. "Si los organizadores de los torneos lo desean, el árbitro y los jueces de línea podrán ser asistidos por otros dos árbitros, situados por detrás de las líneas de fondo, para seguir las acciones que tienen lugar en las áreas", anunció el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke. El directivo también recalcó que se modificarán las leyes de juego. "Se creará una sección distinta concerniente a los árbitros asistentes adicionales. De todas maneras, la manera de comunicación entre ellos se publicará en un capítulo especial sobre la tarea que deben desarrollar", destacó Valcke.
En un histórico acto, también se dio luz verde a otra cuestión que venía generando polémicas desde hace bastante tiempo: el uso de velo en las futbolistas mujeres. Esta medida había sido solicitada por la Confederación Asiática (AFC) y el príncipe Ali Bin Al Hussein de Jordania, uno de los seis vicepresidentes de la FIFA.
"Esta iniciativa fue sometida a una decisión final de un comité médico. Los especialistas confirmaron que no había ningún tipo de impedimento en su uso en alta competencia y por lo tanto, se aprobó sin problemas", declaró Valcke. (Reuter y Especial)
Para verte mucho mejor
Para evitar los goles fantasmas, la FIFA aprobó la utilización de los sistemas tecnológicos (GoalRef y Hawk-Eye) en la línea de gol. También, como alternativa más económica, aceptó la utilización de cinco árbitros por encuentro. Se pondrá en marcha en el Mundial de Clubes de Japón.
Cómo es el Ojo de Halcón
Se basa en la implementación de cuatro cámaras de alta velocidad, que se ubican en cada uno de los arcos y a través de cálculos de triangulación por imágenes, estipula la entrada de la pelota por medio de una repetición en tercera dimensión. Su alquiler cuesta 55.000 euros promedio.
Así funciona el GoalReff
Consiste en un campo magnético que va de un poste a otro en la valla y cubre la parte delantera. La pelota tiene un chip incorporado que por medio de sensores capta la posición del balón y determina instantáneamente si ingresó en su totalidad o no a la meta. Su costo ronda los 250.000 euros.
Fuente: La Gaceta