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¿Eres un emprendedor nato? Conoce cómo pulir tus capacidades
Tienen iniciativa, están dispuestos a invertir recursos y correr grandes riesgos con tal de alcanzar un objetivo y están constantemente en la búsqueda por surgir o romper paradigmas. Son estas cualidades las que definen a los emprendedores natos, personas que nacieron con el espíritu de emprender una idea o negocio, o con la inquietud de llevar adelante un proyecto que les pueda generar beneficios personales y laborales.
Genéticamente, los emprendedores natos tienen mejor predisposición que otros individuos a desarrollar competencias como el liderazgo, comunicación y autogestión, y están dispuestos a sacrificar más tiempo, dinero y energía en concretar sus propias iniciativas.
"Hay personas que nacen con ciertas cualidades y aptitudes que hacen que sean emprendedores innatos. Personas con iniciativa y que corren riesgos, que son capaces de crear ideas novedosas y exitosas, incluso una tras otra", dice Geraldine Bauer, ingeniero de proyectos de UDD Ventures, la incubadora de negocios de la Universidad del Desarrollp (UDD).
Por su parte, Guido Caicedo, profesor de ESPAE Graduate School of Management (ESPAE-ESPOL), afirma que estos individuos "tienen un fuerte deseo y actitud proactiva hacia agregar valor en algún dominio en particular o alcanzar logros significativos a través de construir su propia organización".
Pero aunque estas características son muy marcadas e identificables, los expertos coinciden en que no está de más que los emprendedores pulan sus fortalezas y corrijan sus debilidades para lograr el éxito en el menor tiempo posible.
"Algunos emprendedores pueden ser muy dispersos y no concretar sus ideas, o generalmente están muy ensimismados en sus ideas de negocio y no están dispuestos a escuchar que ésta no es la mejor o a tomar críticas constructivas", señala Bauer.
Por ello, es recomendable que el emprendedor afine su capacidad de observación, se anticipe a los cambios del entorno y aprenda a escuchar otros puntos de vista. También puede potenciar todos aquellos ámbitos que sean necesarios para el negocio y que no se dominan lo suficiente, ya que es preciso conocer muy bien la industria a la que se quiere ingresar, comenta la experta de UDD Ventures.
"Nunca está demás pulir la teoría, tomando cursos en los que las personas sientan que son más débiles. Incluso hay programas para desarrollar habilidades blandas, muy importantes para el emprendedor, y que ayudan mucho a mejorar el discurso o la manera de vender y de comunicar", afirma la especialista.
Según Caicedo, si bien existen diferentes formas de perfeccionar esas cualidades, todas ellas requieren de un fuerte componente de aprendizaje por experiencia. A su juicio, "es difícil pulir competencias emprendedoras tomando cursos. Estos pueden ayudar en algo, pero es necesario experimentar. La respuesta es similar a la de la pregunta: ¿cómo puedo pulir las cualidades para ser un futbolista?", comenta.
De acuerdo al académico de ESPAE-ESPOL, los emprendedores natos deben evaluar sus propias capacidades y tomar acciones para mejorarlas.
"Estas competencias se constituyen en los aspectos importantes que varían de emprendedor en emprendedor como la toma de riesgos calculados, el manejo de la presión, la capacidad de comunicar ideas, la independencia, la flexibilidad, entre otras", expresa.
Aprender a mejorar la administración del tiempo y de los recursos físicos y humanos, y los conocimientos básicos financieros y de idiomas, además del manejo del área o sector económico en el cual se quiere emprender, también serán primordiales para alcanzar el éxito, asegura Caicedo.
Nace y se hace
El espíritu emprendedor no sólo puede ser innato, sino que también puede surgir por necesidad o por distintas oportunidades que se presenten, afirma Bauer, de UDD Ventures. En tal caso, añade la especialista, "será necesario desarrollar aptitudes que se creían no se poseían o pulir las que no están muy desarrolladas".
Para Caicedo, en tanto, aunque la persona nazca con el espíritu emprendedor o lo adquiera a través del tiempo, el potencial en el desarrollo de esta actividad se alcanzará únicamente aprendiendo a sacar provecho de las capacidades al mejor nivel posible.
"En aquellas que por nacimiento tengan predisposición, el aprendizaje las convertirá en las grandes fortalezas y las otras serán cualidades en donde habrá mucho espacio para aprender en el tiempo, si el emprendedor hace un esfuerzo consciente por mejorar", indica.
Por su parte, Bauer recalca que claramente habrá personas con "pasta para" y otras que definitivamente no la tendrán. Lo importante, más que dirimir si el emprendedor nace o se hace, es que no se convierta en un mero administrador. "Finalmente todo está en la práctica, en arremangarse los puños y poner manos a la obra", concluye la experta.
Fuente: Educamericas