“Hello Kitty no es una gata y nunca lo ha sido”. Con esta tajante frase la empresa  Sanrio, la compañía que compró la caricatura y que manejó su imagen durante 4 décadas, aclaró quela célebre caricatura no es una gata.

Entonces ¿qué es? ¿Un hámster, un quirquincho, una rata? No.

 “Es una niña pequeña, muy alegre y feliz, con un corazón de oro”, aseguró la empresa.

La revelación se convirtió en  TT en las redes sociales y produjo una revolución entre los internautas, que discuten acaloradamente qué hacen esas orejas y esos bigotes en la cara de una nena bajo los hashtags  #HelloKitty y #HelloKittyCon.

Los tiwtteros se hacen una pregunta: “¿Qué son entonces esos bigotes?”.  Otro dice: “Si tiene cara de gato, bigotes de gato y cara de gato…es un gato”.

La megapolémica mundial se armó en realidad cuando Christine Yano, una antropóloga de Hawai que preparaba una charla sobre Kitty, le pidió a Sanrio la biografía de la gata. Sanrio le contestó: “No es una gata”

 “Fueron los de Sanrio los que corrigieron el guion de mi disertación”, dijo Yano. “Hello Kitty no es una gata. Es un personaje de dibujos animados. Es una niña pequeña. Es una amiga. Pero no es un gato. Nunca la verás a cuatro patas. Camina, se sienta y actúa como una criatura de dos piernas”.

Es más: en su bio oficial, Kitty tiene de mascota…un gato. El gato se llama Charmmy Kitty.

Londinense y sin boca

En la página oficial se especifica que Kitty nació el 1 de noviembre en Londres y que no tiene boca porque no quiere provocar emociones.

 “Porque así quienes la miran pueden proyectar sus propios sentimientos en su cara: ella tiene un rostro inexpresivo. Kitty se ve feliz cuando quien la mira está feliz. Se ve triste cuando ellos están tristes. Por esta razón psicológica, pensamos que no deberíamos atarla a ninguna emoción. Por eso no tiene boca, dijo  Yuko Yamaguchi, la actual diseñadora de Hello Kitty.

Fuente: La Nación