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A la playa, también en el Sur: los deportes náuticos son la atracción
En Bariloche, las temperaturas inusualmente altas que se están registrando en los destinos más australes atraen a las familias al lago para pescar y navegar en veleros, kayak, lanchas y botes.
Sentadas en sus reposeras, bajo la sombra de un coihué y con la música del parador de montaña a pleno, en la costa del lago Moreno, las mujeres de la familia ensamblada que lidera Karina Howlin disfrutan del paisaje y el calor que las sorprendió en la Cordillera.
El agua fría de estos lagos es un aliciente ante las altas temperaturas que se registran en Bariloche desde hace varios días y que rozan los 30°C. En lo que va de enero, sólo con los dedos de una mano se pueden contar los días frescos y eso fue motivo de alegría para la mujer de Colón, provincia de Buenos Aires, que el verano pasado lo pasó mal.
"No quería volver este verano porque el anterior el tiempo fue horrible, pero mi novio tiene casa, y las chicas insistieron. Finalmente, vinimos todos, los hijos de él y mis hijas, y la verdad es que es increíble disfrutar del verano con estas condiciones", dijo Karina Howlin a LA NACION, refugiada a la sombra de los árboles.
Las chicas, Bárbara (24), Victoria (21) y Candela (16), no resisten la tentación y se sumergen en el lago, en el Náutico Pascasio, un parador inaugurado el año pasado a unos 20 kilómetros del centro de Bariloche.
Es, exactamente, en la costa del lago Moreno, el único donde se pueden realizar todas las actividades acuáticas que mejoran la postal con tablas, kayaks, veleros, lanchas y botes. Aun al atardecer, algunos se animan a la pesca.
"Nos enamoramos de este lugar y su onda", dijo una de las jóvenes que estudia en Rosario el resto del año y esta vez se acopló al plan familiar. El más chico del grupo, Franco, de 13 años, también se entusiasmó porque pudo traer su kayak para navegar.
Los locales promocionan este rincón del lago Moreno como un lugar mágico y hasta algunos, como Martín Pereyra, se animan a pedir que no se difunda demasiado para que la playa no se colme de visitantes.
"Ésta es la última playa donde se esconde el sol", contó Leo Sinnott, que está encargado de los kayaks y el stand up paddle del náutico que son apenas dos de las opciones disponibles para disfrutar, a cambio de, respectivamente, 100 y 150 pesos por hora de alquiler.
En otro extremo, Tomás Murphy partía con un grupo de turistas a un recorrido embarcado para pescar. "Al atardecer es ideal navegar y pescar", aseguró.
COCINA DE LEÑA Y CERVEZA
En el parador se pueden degustar platos de cocina de leña, cerveza artesanal, licuados y exquisiteces dulces para la tarde. Por la noche, al caer el sol, se prenden los fogones para hacer pizzas, otro atractivo para seguir hasta tarde en la costa del lago donde anochece cerca de las 10 de la noche.
El lago Moreno está dentro del ejido de Bariloche; posee hasta 90 metros de profundidad y su origen es glaciario. Por suerte, para los visitantes, su temperatura es un poco más templada que la del Nahuel Huapi. Es tan amplio -con nada más ni nada menos que 1640 hectáreas-, que sus aguas parten desde el emblemático hotel Llao Llao, recorren el interior del Circuito Chico y llegan hasta Colonia Suiza. En el medio, hay varias playas que se hicieron muy populares, con la ventaja para los que tienen embarcaciones de poder llegar desde allí a rincones inhóspitos donde disfrutar de la tranquilidad del lago.
El Moreno se comunica con el Nahuel Huapi por el arroyo Angostura, otro sector que convoca por sus aguas cálidas, y lo comunica con la bahía López, donde el equipo de SUP Patagonia ofrece travesías en stand up paddle, un deporte de agua que surgió en Hawaii y hace dos temporadas se instaló en Bariloche.
"Es llamativo porque vas de pie en la tabla. La visión es otra. Se aprecia más la transparencia del agua", contó Agustín Palomeque, un amante de la tabla, que pueden utilizar los chicos ya a partir de los cuatro años.
LA PLAYA DEL VIENTO
En otro sector del lago, a la altura del kilómetro 14 de la avenida Bustillo, internándose hacia el Oeste, la playa también es extensa y tiene servicio de guardavidas como en otras siete de los lagos Nahuel Huapi y Gutiérrez, que pertenecen al municipio de Bariloche.
La llaman, simplemente, "la playa del viento" y es el lugar elegido localmente para también practicar kitesurf.
En las aguas azules características del Moreno, los visitantes se pueden cruzar con lanchas que tiran con cuerdas a los jóvenes que se animan con el esquí acuático, las tablas de kitesurf cuando sopla el viento, las motos de agua y, también, buceo los más experimentados.
Cada actividad tiene una zona delimitada para su práctica segura que dispuso la Prefectura Naval, que es la encargada de la seguridad en el lago y que este verano modificó algunos usos y costumbres de otras temporadas para resguardar el huillín, una especie de nutria emblemática del Parque Nacional Nahuel Huapi que está en riesgo de extinción y que habita algunos rincones del lago.
Fuente: La Nación