Desde la Fundación Museo ICATEC (Museo de Informática, Computadoras y Accesorios Tecnológicas) reúne computadoras de la década de los 80 y 90 que hicieron historia.

Un recorrido al singular museo que guarda mas de 700 computadoras en sus anaqueles.

Carlos Chiodini, titular de la Fundación Museo ICATEC (Museo de Informática, Computadoras y Accesorios Tecnológicos), tuvo la idea de comenzar a recolectar todas esas computadoras que en las décadas del '80 y '90 llegaron al país y dieron, se podría decir, el puntapié inicial para una carrera informática y tecnológica que aún no tiene techo.

En una entrevista con BAE, Chiodini señaló que tiene 700 computadoras, que forman parte de su colección privada y las cuales en muchos casos debieron "reconstruir" para que funcionen y forman parte de una muestra itinerante que lucha por conseguir un espacio físico en el que pueda quedar firme y se aprecie su evolución en el tiempo.

Por el momento parte de esa muestra puede apreciarse en el primer subsuelo de Tucumán 810, en pleno centro porteño, en donde hay computadoras, periféricos, software y hasta bibliografía "algunas de las cuales están escritas en máquinas de escribir y que ni siquiera se encuentran en internet".

"La Fundación lo que quiere es evitar que se destruya el patrimonio informático argentino y mantener la memoria de las personas que trabajaron en la informática en Argentina, por que los pioneros fueron ellos, dado que las máquinas siempre fueron máquinas. Queremos mantener viva la historia de la informática", afirmó Chiodini.

De acuerdo al proyecto original, la Fundación ICATEC tiene como objetivo: "Conservar, preservar y exponer el patrimonio informático de nuestro país para conocimiento de futuras generaciones y resguardar la memoria de los pioneros que tuvieron una participación activa en los procesos más importantes de la historia de la computación en la Argentina".

En tal sentido, lo que se proponen es "integrar a varias generaciones a través de un interés común, como es la tecnología, que posibilita un mejor diálogo y mayor participación, solidaridad e inclusión en la sociedad".

"Esto empezó como una colección privada y una muestra a mis alumnos (es docente de cursos relacionados con los paquetes ofimáticos), y por eso lo que queremos es preservar todo ese patrimonio, que hasta diría que es cultural y que marcó una época, la anterior, a lo que hoy estamos transitando", sostuvo.

El 80% de las computadoras que existen en la Fundación ICATEC pertenecen a la colección privada de Chiodini, y un 20% se realizó por donaciones de particulares, quienes en muchos casos "las tenían guardadas en placares y para los cuales eran algo especial y por la que sentían un gran afecto".

"El museo surge de la idea de que la gente pueda ver la tecnología de hace 30 años, porque la desconoce y porque todo se fue reciclando o destruído", argumentó Chiodini.

Entre las máquinas que se pueden ver en el museo hay una colección casi completa de Apple, entre los '80 y los '90, aunque no la mítica "Apple I", que salió a la venta en julio de 1976 con un precio de 666,66 dólares.

SUBASTANDO EL FUTURO.Recientemente, fue subastada una unidad del "Apple I" en la conocida casa de subastas Christie's de Londres, que incluía en el lote de subasta una placa base con microprocesador 6502 de 8 bits y 8k de RAM acompañada de los manuales y varios complementos entre los que estaba una carta firmada por Steve Jobs.

La puja inicial era de 150.000 dólares y el precio final pagado fue de 211.535 dólares, importe que era 425 veces más caras que las recientes IPad.

Chiodini recordó que en la década del '80 cada empresa que armaba una computadora tenía su programa propietario, que no tenían ninguna compatibilidad con otra máquina, eran monocromáticas (fósforo verde y naranja) y sólo podían utilizar, en muchos casos, caracteres de letras y números, pero no poseía una interfaz gráfica.

"Nosotros nos abocamos en las computadoras de los '80 y los '90, porque luego llegaron las que eran 'clónicas', por así decirlo, con el mismo sistema operativo y se perdió parte de la magia y mística de los años iniciales", señaló Chiodini.

En el Museo hay máquinas Toshiba, Apple, Commodore 128, los viejos ATARI, las máquinas de video games que se veían en locales específicos, o las computadoras AMIGA, Texas Instruments y MSX.

Chiodini explicó que en muchos casos el museo tiene computadoras que se podrían clasificar como "incunables", como una máquina de AOC (empresa especializada en monitores), que hizo un clon de IBM y que ni siquiera en la central de Corea del Sur poseen una de ellas.

"Cada computadora tiene historia detrás, en muchos casos raras y únicas, que permiten darle un valor a cada una de ellas, y que en general no tienen que ver con un valor monetario, pero sí sentimental", afirmó.

En ese sentido, comentó que "la computadora más linda, siempre la que va a venir", dado que a su entender tiene detrás algo particular, como el hecho de una persona que tenía la factura de la compra de un procesador de texto o de una PC de escritorio.

Este museo y fundación de ICATEC es único en su especie en Argentina, pese a que algunos organismos gubernamentales, provinciales y hasta privados, poseen muestras de máquinas, pero no de este nivel.

"Nuestro próximo objetivo es buscar un lugar para poder expandir y crear un espacio físico.

Tener un edificio alquilado, prestado o propio donde poder instalar el museo y que deje de ser itinerante, porque es complicada toda la logística", afirmó.

Asimismo, abogó por decirle a las personas que tengan computadoras antiguas, que no las tiren y que si pueden las donen al museo, pero aclaró que no reciben componentes aislados, sino PC completas o bien con algún faltante, que ellos luego pueden recomponer.

Chiodini recordó al Dr. Manuel Sadosky, vicedecano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, fue quien en noviembre de 1960 trajo a la Argentina la primera computadora científica universitaria del país y de América Latina, una Ferranti Mercury II de 18 metros de largo, 5 mil válvulas de vacío y una memoria de 5 KB de núcleo magnético llamada cariñosamente "Clementina".

La fundación participó en diferentes eventos exponiendo las computadoras "viejas", como la CISL2010 Conferencia Internacional de Software Libre, "Bicexpo Tecnologías de la Información y las Comunicaciones en el Bicentenario", ExpoIngeniería, todos este año.

El espacio físico que necesita el Museo debe contener un área de limpieza y reparación de los equipos donados y recibidos, área de biblioteca para toda la bibliografía de consulta y un área en la cual se puedan impartir el dictado de los cursos dirigidos al grupo social de 45 a 65 años.

En Mountain View (California, EE.UU) se encuentra el Museo de la Historia de la Computadora (Computer History Museum), inaugurado en 1999, y su objetivo principal es el de preservar y celebrar la historia de las máquinas, hardware, software, consolas, electrodomésticos, robots, calculadoras y documentos que registran la evolución de la tecnología, cuenta con increíbles colecciones, actividades y eventos, algo que en Argentina podría tenerse solamente con apoyar este tipo de proyectos.

Si alguien interesado desean donar sus computadoras viejas o aparatos informáticos o tecnológicos, pueden enviar un mail a museo@icatec.com.ar, llamar por teléfono al 4393- 3580 o bien ingresar en la página web www.museoicatec.com.ar.

Uno de los próximos pasos, una vez que el objetivo de poder tener un espacio físico para la exposición de las computadoras se concrete, será el de tener algo similar con los celulares, que revolucionaron la industria de la tecnología y que aún parecen no tener un techo en el horizonte.

Fuente: UBA