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Estudiar, aventura que no entiende de edades
Dora Navarrete tiene 75 años y un flamante diploma del secundario para adultos, que cursó en el Nacional; ahora, la Universidad. La cartera educativa distinguirá hoy a los alumnos destacados de 2010, entre los cuales hay una abuela tesonera.
Asegura que estudiar es "una aventura maravillosa que no querría que se termine". Y, a los 75 años, Dora Elsa Navarrete está decidida a ir por más. Flamante egresada de la secundaria en el Colegio Nacional "Bartolomé Mitre"con el sistema semipresencial para adultos, Dora se destacó por su esfuerzo, adaptación, y rendimiento, con un promedio de 9, 80. Mientras le muestra a LA GACETA el Diploma de Honor que le entregaron en el acto de colación, Dora confiesa que pudo concretar un sueño largamente acariciado. Con cuatro hijos y dos nietos, para esta estudiante abuela, estudiar cada materia le significó una "aventura maravillosa" que -confiesa- no quisiera que termine. "Quiero seguir estudiando, y estoy pensando en Filosofía, Psicología o Biología. Con esta última materia me recibí y saqué 10 en los cuatro exámenes que me tomaron", dijo, durante una visita que realizó a nuestro diario, junto a dos de los cinco estudiantes (ver "El secreto...) que en este 2010 egresaron con 10, Patricio Pérez y Yanina Orellana.
A ellos les recomendó que no pierdan el entusiasmo de estudiar. "Son jóvenes, y la sociedad los necesita", les recomendó Dora, con tono de abuela.
"El saber no ocupa lugar", repite Dora, cuando reflexiona que si sigue una carrera en la Universidad, cuando la termine tendrá 80 años. "Apenas", añade, con una carcajada. Jovial, curiosa, parlanchina, reconoce que el sistema que emplea Educación para estimular a los que alguna vez dejaron los estudios, "es excelente" y "nada fácil". "Nos exigen mucho pero también nos estimulan cada día. Vale la pena", aseguró.
Nacida en un pueblito llamado Ibarreta, en Formosa, cuenta que nació en un hogar de inmigrantes españoles que hicieron fortuna "con un pedacito de tierra" .
"Mis padres criaron 17 hijos, cuatro adoptivos", aclara. Luego vino la crisis y perdieron todo, por la sequía. Se vino a Tucumán a los 15 años, sin haber podido terminar la primaria. Ya mayor, y con cuatro hijos, les hizo "toro" a los años, y se inscribió en la Escuela Silvano Bores. Allí cursó 7º, 8º y 9º grado, con un buen promedio. Al poco tiempo se enfermó. Pero sus médicos le advirtieron que si no desarrollaba actividad cerebral podría ser "víctima del Alzheimer". "Elegí estudiar, y nunca dejaré de agradecerles a esos médicos que me aconsejaron que termine los estudios", recuerda, emocionada hasta las lágrimas.
Dora cuenta que la clave del éxito es el deseo de saber. "Me levanto a las 6 y empiezo a hacer mis carpetas, a leer las clases y a despejar dudas. De a poco voy aprendiendo. Les dedico casi todo el día a los estudios, porque me encanta aprender", confiesa. Dora maneja su computadora como si hubiera nacido con ella. "Internet es una buena herramienta; si los chicos la usaran más para aprender y no sólo para chatear y jugar, otra sería la realidad de las escuelas", asegura.
Fuente: La Gaceta
1 comentario
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Cristina dice ...
27/12/2010 17:21
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