El rector de la UNR, Darío Maiorana, recibió ayer las llaves del histórico edificio de San Martín 754. El traspaso del inmueble, en comodato por 20 años, fue parte de un acuerdo mediante el cual la Universidad adoptó al Nación como agente financiero.

Más allá de la formalidad del acto, Maiorana destacó la importancia del proyecto que apunta a dotar a la UNR de un espacio propio para muestras, exposiciones, conciertos y todo tipo de actividades culturales. “Nuestro objetivo es abrir un espacio dedicado especialmente a expresiones que hoy no se encuentran en la ciudad”, esbozó el rector. En este sentido, adelantó que el espacio se habilitará en marzo con una muestra del Museo de la Universidad de La Plata “que no salió nunca” de la capital bonaerense.

El centro cultural dependerá directamente de la Secretaría de Cultura de la UNR y se convocará también a un consejo asesor integrado por representantes de las facultades y personalidades de la ciudad. Según explicó la titular del área, Marta Varela, la propuesta persigue dos objetivos: acercar a Rosario muestras y exposiciones que generalmente hacen pie sólo en Buenos Aires y, aprovechando la ubicación estratégica del lugar, poner en marcha una serie de actividades destinadas a captar un público generalmente esquivo.

Para cumplir la primera meta ya se comenzaron a gestionar acuerdos con los museos de distintas universidades y con las embajadas de diferentes países. La segunda misión dependerá de la respuesta que encuentren ciclos que ya se vienen organizando en la UNR, como los Conciertos del Mediodía o el Festival de Coros.

Una obra en sí misma. La edificación ubicada en San Martín casi Córdoba fue levantada entre 1926 y 1929 por los constructores Tito y José Micheletti, los mismos que dejaron su impronta en la Terminal de Omnibus Mariano Moreno, el Hipódromo del parque Independencia y la Iglesia del Perpetuo Socorro, entre otras obras.

Por la singularidad de su planta, su iluminación y ornamentación, el edificio se ganó el mote de “La Catedral”. Para Varela, su belleza “representa una obra en sí misma”, lo cual significará todo un desafío para habilitarlo como lugar de exposiciones.

Pero su buen estado de conservación jugará a favor. “El banco lo entregó con las cubiertas completamente reparadas, por lo cual el edificio está en condiciones de ser usado”, indicó el secretario de Política Edilicia de la UNR, Juan José Perseo, quien por estos días afina el proyecto de rehabilitación del espacio.

Recambio. Ni bien comience enero, la construcción entrará en obra. Se invertirán unos 200 mil pesos en pintura, recambio de las instalaciones eléctricas y recuperación de algunos vitraux, además del equipamiento específico relacionado con su nuevo uso. Para una segunda etapa quedarán otros trabajos como la adecuación de los ascensores.

Después solo restará empezar a disfrutar del lugar.

Fuente: La Capital