Ya no hay distancia que valga. Desconectarse del mundo es prácticamente imposible. Puede faltar cualquier otra cosa, pero (por cuestiones laborales, por necesidad o simplemente por gusto) la notebook y el celular se convierten en compañeros infaltables del viaje a la playa o a las montañas. Pero mucho cuidado: la arena, el sol y el agua son perjudiciales para estos equipos.

Generalmente, en los paradores de la playa no suele haber demasiadas mesas donde apoyar la portátil y se la termina utilizando sobre las piernas. Este tipo de computadoras generan una temperatura promedio de entre 70 y 80 grados centígrados. Si a eso se le suma el calor que genera el cuerpo, se puede terminar generando un daño importante en el equipo.

Para disipar el calor de la notebook, lo recomendable es utilizar las cooling pad (bandejas refrigerantes). El consultor informático Hugo Ángel Agüero explicó que estos equipos de acrílico se colocan debajo de la máquina y sus ventiladores (alimentados desde el USB) ayudan a refrigerar los componentes.

Durante el año, la computadora suele permanecer sobre un escritorio y, si se la traslada de un lado al otro, se la suele llevar dentro de un bolso. En cambio, durante las vacaciones, el traqueteo puede ser mayor y nunca faltan los rayones y los golpes. Para evitar estos daños que afean el equipo, hay que recurrir a los films de contact transparente. Además, si el trato que se le va a dar no es lo suficientemente delicado, no debe faltar una funda acolchonada.

Si de enemigos se habla, uno de los peores que puede tener una portátil (y cualquier otro elemento tecnológico) es la arena. Sus partículas ingresan por el teclado y por cualquier otra ranura y pueden generar daños graves. Si bien lo ideal es no exponer el equipo a la arena, los removedores de partículas son una buena opción para limpiarlo. De todos modos, Agüero recomienda hacerle un service al regresar de las vacaciones para que empiece el año con todo.

Otra historia

Con el iPad, la historia es diferente. El ingeniero en sistemas informáticos, Alejandro Di Battista, dijo que, si bien lo ideal es no exponer la tableta de Apple, la arena no le causa muchos daños, porque el equipo está muy bien sellado. De todos modos, aclaró que el aire libre no es el mejor ambiente para usarlo. "La pantalla del iPad es excelente, pero no está preparada para los espacios muy iluminados. Bajo la sombra no suele haber problemas, pero al sol quizás no se vea muy bien", explicó.

El celular

Mientras que hasta hace algunos años la clave para proteger el celular era cubrir las ranuras y el teclado para que no les entrara tierra, actualmente (en el caso de la mayoría de los nuevos equipos) lo primordial es cuidar la pantalla. Para ello, se pueden adquirir las fundas denominadas TPU, que recubren todo el aparato, incluida la pantalla, al tiempo que se pueden seguir utilizando los comandos ya que la funda se adapta a los botones y no hay necesidad de quitarla, explicó Karina Parra, de un negocio del rubro.

Tampoco hay que dejar que el sol le dé directamente a la pantalla durante un período prolongado, porque la puede deformar. Además, hay que evitar que entre en contacto con cremas y aceites corporales. Si se llega a mojar, hay que retirar la batería y secar bien el equipo con un secador de pelo. Pero si este aparato no está a mano, se debe recurrir a un papel absorbente o a una toalla que no haya estado en contacto con la arena.

Fuente: La Gaceta