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Elegir una carrera: padres,hijos y simetrías riesgosas
Tomar una decisión tan importante como elegir una carrera universitaria -todo un proyecto de vida- siempre es difícil, y más aún para un ingresante de 17 ó 18 años que termina la secundaria. ¿Cómo eligen hoy una carrera los nuevos adolescentes? ¿Y qué lugar ocupa el acompañamiento de los padres en esa elección final?
La modernidad va desnudando nuevas características en los vínculos familiares. Los tiempos cambian y, con ello, las formas de relación interpersonal entre padres e hijos. Este elemento dio lugar a que la Dra. Claudia Messing -docente e investigadora de la UBA, y reconocida especialista en la materia- desarrollara un concepto clave que permite entender estas nuevas filiaciones. Este concepto es el de simetría en los vínculos familiares. “Los chicos hoy son “simétricos’ porque “copian’ por mimetización inconsciente a sus padres. Es una suerte de “adultización’ prematura de la adolescencia, que pone a los chicos en un lugar de seudoadultos, de identificación con los padres y a veces con los abuelos. Esto incide directamente al momento de elegir una carrera, porque copian el camino recorrido por sus padres, sin querer explorar un camino propio”, explicó Messing en diálogo con El Litoral.
Autosuficiencia precoz
“A veces los padres refuerzan involuntariamente este proceso, y esto, al final de cuentas, genera un sentimiento prematuro de autosuficiencia: a los adolescentes les cuesta aceptar una sugerencia, se mortifican cuando los padres les dan consejos... Hay dificultad para incorporar a los padres como figuras protectoras, no los internalizan como tales”.
También, y producto de la simetría, “hay una fuerte intolerancia al fracaso; es decir, para el chico no hay margen de error, porque no tolera la posibilidad de que algo salga mal. En una sociedad de consumo, con un mandato cultural de exitismo a cualquier precio, se potencian estos valores que genera la simetría”. Y todos estos elementos “dificultan enormemente la elección de una carrera”, aclaró la psicóloga.
Desinterés
Muchas veces el abandono de una carrera tiene más que ver con factores emocionales como la desmotivación, el desinterés o las conductas fóbicas respecto del estudio -las dificultades de concentración o la predisposición intelectual-, que con haber elegido acertadamente la carrera adecuada.
“Ese desinterés tan común aparece al no obtener resultados inmediatos. Hoy los chicos eligen una carrera con la gran necesidad de “saber ya’ cómo les irá, y qué salida laboral tendrán. Esto les genera una gran frustración cuando se encuentran con que el resultado no era el esperado. Por eso hay tantos casos de cambios de carreras. Ello sin dejar de contar las dificultades sobre estrategias de estudio que traen desde la secundaria”, enumeró Messing.
Para la especialista, “el problema aparece cuando el chico quiere seguir el camino que ya hizo el adulto sin saber nada de ese camino, y sin pensar en explorar un posible camino personal. En todo este proceso incide directamente la simetría del vinculo familiar, esa cercanía emocional y mimetización con el rol adulto de los padres”. El concepto despierta un alerta en los padres. Pero también una oportunidad para saber orientar a los chicos en la elección de una carrera.
Una especialista advierte sobre los factores negativos emergentes en las nuevas relaciones familiares: los chicos “imitan” a los adultos, y esta mimetización incide en la elección de una carrera. El apoyo paternal es clave en tanto se respete la diferenciación de roles. Sugerencias para recuperar la comunicación.
Fuente: El Litoral
1 comentario
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Cristina dice ...
20/1/2011 11:20
Estamos transitando la cultura del video-clip, donde las imágenes son tan rápidas que no nos permiten elaborarlas en profundidad. Eso se traslada a otras áreas y se esperan resultados rápidos, sin dar el tiempo necesario para la maduración.
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