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“La escuela debe recuperar la escucha, la palabra y la filosofía”

19/04 |

El profesor Celso De Souza analizó los problemas de violencia en los establecimientos y relató su experiencia de trabajo en la búsqueda de un compromiso mayor por parte de los estudiantes

escMucho se ha hablado en las últimas semanas sobre violencia escolar y la manera en que la problemática puede ser enfrentada y prevenida desde la sociedad en general y el sector educativo en particular. Un docente santafesino participó de la IV Conferencia Mundial sobre Violencia en la Escuela que se realizó hace unas semanas en Mendoza y expuso una experiencia local sobre cómo abordar los problemas sociales que los adolescentes llevan a las instituciones educativas con el objetivo de construir aulas donde la calidad educativa sea posible.

Celso Délfor De Souza Nunes es profesor de Filosofía y, en la actualidad trabaja en el instituto superior Nº 8 Almirante Brown y en las escuelas Nº 510 y Nº 265. Además es investigador en el área educativa. En diálogo con Diario UNO, el docente detalló los alcances del trabajo realizado y analizó algunas problemáticas que enfrenta la institución educativa en la actualidad.

Sobre la investigación indicó que el disparador fue “la gran deserción de profesores que tenemos en las escuelas, sobre todo en las marginales, donde hay muchas problemáticas educativas. En la investigación quisimos saber si los profesores estaban capacitados para resolver conflictos. Ahí vimos que la formación que se trae de los institutos y universidades es sobre cómo dar clases con un alumno pasivo, dispuesto a aprender. Y en las escuelas la realidad es diferente. Hay problemas, no hay escucha de los alumnos entre ellos ni a los profesores y se perdió el valor de la palabra. Entonces las dificultades surgen a partir de la falta de diálogo”.

—¿Por qué se da esa situación?

—Frente a las realidades que hay en las familias de los alumnos, la escuela termina siendo un lugar social donde se va por el comedor, para pasar el tiempo o por los planes sociales. Desde ahí surge una propuesta pensada sobre cinco pilares. Porque vemos la educación desde la inteligencia emocional porque pensamos que esos niños necesitan ser recuperados a partir de las emociones que nos permiten poder solucionar conflictos más fácilmente. Por otro lado, trabajamos el tema de las relaciones. Nos parecía interesante que ellos se puedan conectar entre sí a partir del juego pero, fundamentalmente, de compartir su historia. También abordamos el contenido porque vimos que había una ruptura entre los libros que vienen de Buenos Aires y su realidad. Los chicos necesitan herramientas para trabajar sus problemas. Entonces arrancar de contenidos muy altos carecía de significados porque no hay una conexión entre lo que traían de la casa y lo que se les da.

Otro punto encarado, explicó el profesor, fue la evaluación “porque veíamos que en general los chicos salían mal en esa instancia y pensamos dos maneras de hacerla. Por un lado individual, donde el alumno tenía que tener la carpeta completa y conocer los contenidos. También recurrimos a que ellos se pusieran sus notas y los chicos decían si sabían o no. Entonces vimos la posibilidad de aprobarlos en el primer trimestre pero con el compromiso de que en una semana o dos tenían que llevar todo completo y la verdad es que lo hacían, nos buscaban para mostrarnos las carpetas. Se revalorizó la oportunidad de la responsabilidad”. Y agregó: “La otra evaluación era grupal y consistía en comentar con sus compañeros qué no habían entendido e intercambiaban métodos de estudio”.

Por último, indicó que se recurrió a la materia filosofía, no entendida como historia sino desde la problemática filosófica; es decir, tomar la cultura y poder recuperarla. Porque, según detalló, los chicos han perdido la posibilidad de interrogarse, creen que todo lo que saben es verdad absoluta y es necesario que rompan eso.

—¿Desde lo organizacional qué problemas identificaron?

—Una de las problemáticas que habíamos visto es que las aulas tenían muchos chicos y los profesores desarrollaban problemas emocionales. Se quejaban porque no podían dar una actividad educativa. Y por otro lado veíamos que a 5º año llegaban nueve o 10 alumnos. Así entendimos que no podía haber una buena calidad educativa en tanto los profesores estén sobrepasados por la realidad. Y nuestra propuesta es tener un máximo de 20 alumnos.

—¿Cuál es la clave para empezar a pensar en una escuela que forme ciudadanos del siglo XXI?

—El sistema educativo debe recuperar la escucha, la palabra y la filosofía que nos permite tomar como objeto la cultura, reflexionarla y replicarla. Creo que hay un gran problema sobre el cual los políticos se tienen que hacer una revisión porque son ellos los que fomentan el no respetar las normas, la palabra, la función que les da el pueblo. Ellos mismos desvalorizan el ser humano.

—¿Cómo sigue el trabajo?

—Estamos haciendo un seguimiento de los alumnos que empezaron a trabajar con nosotros en 4º año y ahora están estudiando en la universidad o institutos terciarios para ver qué problemáticas enfrentan. Por otro lado, queremos aplicar los cinco conceptos que para nosotros son básicos (autoestima, relaciones, contenido, evaluación y filosofía) en la escuela Nº 265 Yapeyú. Ya presentamos el proyecto para empezar a trabajar allí con los tutores, preceptores, profesores, porteros, directivos y la sociedad. Queremos que la escuela sea abierta y podamos recuperar la comunidad dentro del curso, la ciudadanía.

Sanciones y disciplina

—El planteo de los 20 alumnos es un reclamo de los docentes desde hace décadas. ¿Cree que hay posibilidades reales de concretarlo?

—Hay algunas cosas que tenemos que tener en cuenta. Por un lado, la realidad social nos está desbordando. En ese sentido, uno puede enfrentar el panorama, dialogando con las personas que están en esa realidad. Hoy la mayoría de las decisiones se toman desde un gabinete pero no se sabe qué pasa de verdad. Si esto no se trabaja, el gobierno va a seguir gastando dos o tres sueldos en cubrir a los docentes que se enferman. Se termina pagando el mismo costo. Si se fuera más estratégico en Educación, pondrían las aulas que se necesitan y se ahorrarían tener que reemplazar a los educadores que están estresados o depresivos por tener que enfrentar lo que sucede en las aulas. En la actualidad es difícil estar en un aula, es desbordante tener 40 alumnos y que unos se estén pegando, otros escapando por la ventana, otros tratando de estudiar y otros hablando de sus cosas. Creo que la problemática educativa es muy actual y la escuela es la única oportunidad de muchos chicos para sociabilizarse. Si se deja de actuar tarde o temprano vamos a pagar todos como sociedad porque ya estamos viendo la violencia en su máxima expresión. Hay que plantarse frente a estas realidades para ver cómo hacemos para ayudar a estos alumnos y que no se conviertan en el foco de la problemática social.

—Eso se vincula también con el tema de la disciplina en el ámbito educativo. Más allá de los cambios conceptuales que hay en la educación, se sigue recurriendo a la firma y a la amonestación, son sanciones que terminan no siendo significativas para los alumnos…

—Yo estuve en una escuela en la que un chico tenía una navaja en el cuello del otro. Cuando ingreso al aula empezamos a dialogar y logramos que baje el arma. Al momento de hablar del tema con la directora, me propone amonestarlo. Desde mi punto de vista estos chicos están acostumbrados a ser sancionados. Entonces decidimos hablar con él y le dimos la oportunidad de armar con el compañero un trabajo sobre cómo solucionar conflictos dentro del curso y generar la paz. Así que estuvieron que exponer la problemática y eso generó la posibilidad de hablar en el aula sobre todos los problemas que había allí. Hay mecanismos para hacerlo, las sanciones para esos chicos no tienen sentido. Hay que cambiar conceptos respecto a la disciplina en los docentes, directivos y supervisores.

—¿Y en otros chicos con realidades no tan difíciles, sí es significativa la sanción disciplinaria?

—Creo que hay que recuperar el diálogo. En otras escuelas, como las privadas, la sanción es el requisito número uno. Cualquier cosa que pase o que el docente vea tiene que sancionar. Son políticas dentro de la escuela. El tema de si representa un dolor el ser sancionado es relativo, hay lugares en los que todavía tiene impacto en los chicos y otras que no. Cada escuela es una realidad distinta.

“En ese sentido –continuó–, es importante volver sobre el rol del padres que no se asume como tal sino que se siente un niño más. En lugar de preguntar qué pasó con su hijo viene a acusar al docente. Actúan como los defensores de los chicos y creo que es porque hay mucha culpa dentro de los padres. De alguna manera todos buscan la culpa en alguien, incluso algunos profesores. Esto es un problema de todos, no sólo a la institución educativa sino también a la familia, a la comunidad en general y a los políticos. Por eso uno a veces cuando habla a los chicos de estas cosas tiene que separarlas de los ejemplos que dan los políticos o que hay en la sociedad. Se perdió el valor de la palabra, y eso también sucede con la televisión donde no hay los controles suficientes. Entonces los chicos encima de que no tienen padres miran todo el tiempo mala televisión”.

Fuente: Diario Uno

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8 comentarios

 
Cristina dice ...
19/4/2011 14:57
La escuela está inserta en la sociedad. Si en la sociedad imperan las situaciones violentas, la escuela no es ajena. Lo mismo sucede con el rol de la autoridad, si en el hogar no está claro quién es quien debe imponer las reglas, luego el alumno tendrá dificultades para aceptar las que imponga la escuela.
Es cierto que hace falta recuperar el diálogo, pero esto no debe limitarse sólo a la escuela.
La sociedad es la que debe repensar sus valores y definir qué clase de ciudadanos se necesitan para prosperar y evolucionar hacia un medio más justo y solidario.
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Anónimo dice ...
21/5/2011 9:04
Cristina es cierto lo que has dicho, por eso hemos empleado la teoria de RIZOMA, que en el texto no aparece, y es importante lo que destaca sobre la sociedad. La teoria del RIZOMA en educacion entendemos que la escuela en el todo solo es una parte y tomar solo una parte es no poder comprender en su totalidad el problema. te adjunto una parte mas que falta en dicha noticia que por su extension no se puede publicar, pero estoy totalmente de acuerdo contigo.
parte del texto y al fianal la conclusionLA REALIDAD
Al comenzar el proyecto realizamos una especie de estudio de campo y los resultados fueron los siguientes:
Los alumnos: relación de análisis y comprensión de contenidos- curriculares:
1- desinteresados
2- no sabían leer correctamente
3- apáticos
4- indiferentes
Se invitó a los padres a una reunión, al no venir, fuimos a la casa. Datos observados:
60% viven en casas precarias
30 % casa de material,
10% otros materiales
No tienen cloacas, agua corriente.
Aguas estancadas y putrefactas.
Los hogares tienen de una a dos habitaciones, en la primera viven todos juntos en la misma pieza, en el segundo caso viven padres separados y duermen hijos (de diferentes sexos) en la misma habitación. El promedio es de 6 hijos.
Se observan perros, algunos presentan ciertas enfermedades y conviven en los mismos espacios de la familia dentro de la casa.
En la mayoría de los grupos familiares se registraron:
Tratamiento siquiátrico.
Hemipléjias.
Alcohólicos-fumadores
Drogadictos
Familiares presos



Economía:
1. 60% desocupados con planes sociales (planes jefe y jefas, madres solteras, madres de siete hijos.)
2. 20% empleados públicos.
3. 10% jubilados o beneficiados por la ley 5110
4. 10% participan o han participado de proyectos sociales de micro emprendimientos: muebles, alpargata, verdulería, kioscos, changas
Sesiones en la escuela
Durante la visita al hogar habíamos acordado un día y sus padres fueron a la escuela. Hemos registrado los siguientes datos:
Origen / Procedencia
• 65 % de pueblos o ciudades del norte de la provincia
• 25 % bolivianos.
• 10% de la Ciudad de Santa Fe (ciudad)
En su mayoría afirman haber venido en busca de oportunidades, pero esa oportunidad nunca llegó.
Educación:
A- MADRES
1. 55% de las madres no terminaron la escuela primaria
2. 25% comenzaron la secundaria pero no la terminaron
3. 10% terminaron la secundaria
4. 5 % fueron al nivel terciario pero no terminaron.
5. 5% no contesta
B-PADRES
• 65% terminó la primaria en el ejército
• 20% terminó la primaria en la escuela tradicional.
• 15% terminó el secundario y se especializó en escuelas no formal como gasistas, electricista, entre otras
• La mayoría manifiestan que dejaron la educación porque se juntaron, o tuvieron hijos y se ocuparon de ello.
• Empezó la primaria pero no terminó.



Se les pregunto a los padres si conocían los deseos de sus hijos.
1. 65% conocen los deseos de sus hijos, pero manifiestan que es imposible conseguir el logro de sus metas principalmente por su condición social.
2. 15% aconsejan a sus hijos buscar trabajo en la administración pública.
3. 20 % no saben porque no hablan de ello.

Matrícula
Nos preguntábamos cuál era el principal problema por el cual el promedio de los alumnos de 5to año llegaba a un total de 9 alumnos, cuando la matrícula de los primeros años son de entre 35 a 45 alumnos por división.
El 80% de los profesores de primer año respondieron lo sigueinte a la encuesta abierta:
• Problemas de aprendizaje
• Niños abandonados por sus padres
• Padres separados
• Niños que asumen el rol de adulto
• Jóvenes con fuertes vínculos con vicios, cigarrillos, o droga, o bebidas alcohólicas
• La escuela como guardería, lo depositan pero no se ocupan de los problemas de sus hijos
• Niños abandonados por sus padres viviendo con otro familiar
• Niños explotados por sus padres en venta ambulantes
• Muchos vienen para formalizar su asistencia y obtener el certificado para el cobro de los planes sociales
• Los padres no saben como manejarlos

Se les preguntó a profesores por las políticas de inclusión
El 90% contestó que no creía en ellas, que eran inviables o que la mayoría de las políticas eras disfraces. Argumentaron que con las problemáticas sociales, y de aprendizaje se necesitan grupos reducidos de 15 a 19 alumnos y no de 33 a 45 alumnos en un curso, como ocurre en nuestras realidades. Esto imposibilita un aprendizaje significativo, o una contención porque nos desbordan los problemas.

Universidades e Instituto en la formación de docentes.
¿Qué diferencias hay entre las aulas de las décadas de los 80 y 90 y las aulas del 2010? ¿Lo aprendido en los institutos responde a la realidad educativa?
La Universidad prepara alumnos según la educación tradicional, sobre la enseñanza-aprendizaje donde el alumno era pasivo en la educación. El profesor enseñaba unidireccionalmente, es decir, el alumno solo recibía el aprendizaje y repetía. El alumno según ese modelo iba y escuchaba. Era un alumno con costumbres, con identidades, con padres que lo acompañaban en la enseñanza, que tenían trabajo, los alumnos respetaban la investidura del profesor frente al aula. El alumno escuchaba y obedecía. El alumno mantenía una cierta cordura hacia sus padres. El contexto también era diferente, la televisión, sus contenidos eran acotados, pautados y diferenciados, existía una protección al menor, se los protegía de la violencia colectiva, simbólica, o de los programas que insinuaban al sexo.
Esa separación de enseñanza- aprendizaje, hoy se reconfiguró y en desfiguró, el alumno participa del aprendizaje; el contexto cambió, las relaciones cambiaron, el alumno destrata, descalifica, amenaza al profesor, cuestiona, y es violento, no escucha, los padres de hoy se quejan de sus hijos, e inclusive muchos de nuestros alumnos son violentos con sus padres. La figura de los padres tradicionales se rompió. Nadie se hace cargo del niño, cada uno hace su vida. Hay indiferencia sobre los problemas del niño. La televisión muestra diferentes contenidos aun dentro de la protección del niño. El niño perdió la palabra, y la escucha. El celular ha invadido las aulas. Los alumnos están dispersos, perdieron el sentido de sí, de su entorno, y del otro. El lenguaje su uso, rompió los cánones del buen decir, del buen trato.
En esto la universidad ha quedado al margen de la realidad social, de una realidad que reclama otro tipo de profesionales, otros modos de enseñanza- aprendizaje. Los formadores de profesionales, la universidad, ha perdido en muchos casos el contacto de los cambios sociales, políticos y económicos, es decir, han perdido el contacto con el aula, son muy utópicas sus enseñanzas. Los alumnos de hoy, su programa, su aprendizaje han cambiado y no para mejor. Debemos preguntarnos: ¿Cuáles son las primeras observaciones y aprendizaje del niño en su casa? ¿Qué verdades conocen? La realidad observadas por los niños son en muchos casos, padres desanimados, padres postergados, padres que han renunciado a todo trabajo digno, padres favorecidos por planes sociales, padres separados, desvaloración del otro, una moral del que se salve el que puede, este es el bagaje de aprendizaje que trae el niño al aula.
La autora del libro Ética y Moral, Annemarie, dice: “El niño recibe las reglas morales, que aprende a observar, en su mayor parte de los adultos, es decir, en forma acabada” ; el niño repite conductas, y cree que está actuando correctamente. Lo que pensamos nosotros los docentes sobre la conducta aprendida en la casa por el niño, él lo tiene incorporado como bueno.
Los institutos de los profesorados, deben romper su propia utopía y despertarse a nuevas problemáticas de la enseñanza, enseñanza que abarca otras áreas, áreas que hemos dividido en cuatro, lo Emocional, lo Relacional, Contenido, Evaluación y Filosofía


son partes ahora la conclusion
CONCLUSIÓN
Desde la descripción concluimos: primero que la palabra inclusión es una palabra que nos incluye a todos. Es por ello que rechazamos todo concepto de civilización y barbarie, negro y blanco, centro y periferia, buenos o malos. Entendemos por inclusión a todos los elementos que intervienen en la educación desde la mirada de rizoma, un todo en relación. Incluir no solo es el otro sino un nosotros; creemos propicio proponer desde esta teoría de rizoma que la palabra más adecuada sería HUMANIZACIÓN.
Segundo: para que sea una verdadera humanización, proponemos que la matrícula de los primeros años de la esuela media (nueva secundaria) sea de quince alumnos, por curso, porque en los primeros años hay que reforzar los tres elementos que hemos propuestos: lo emocional, las relaciones; los contenidos, Evaluación y la materia Filosofía.
Tercero: proponemos que frente a la realidad social y económica que atraviesa el aula, el profesor está exigido a estar más horas para planificar y seleccionar materiales y capacitarse por lo que no debería tener más que treinta y cuatro horas frente al curso.
Cuarto: La escuela debe “desmurallarse” para incluirse formando parte del paisaje del barrio. Y los jóvenes sean los protagonistas en el nexo entre escuela y barrio.
Quinto: Las Universidades deben encontrar mecanismos para formar potenciales profesionales con herramientas pedagógicas para superar estas instancias traumáticas y estresantes. Para ello proponemos, desde la teoría del rizoma, trabajar conjuntamente las universidades con los institutos, y los profesores de las escuelas.
Sexto: que los organismos internacionales y nacionales como provinciales hagan partícipes de las decisiones a los gremios y con ello a los profesores en la discusión de las políticas educativas y en sus propuestas, de esta manera es posible apropiarse, pertenecer, ser parte de…
En síntesis, hablar de un proyecto educativo sustentable de HUMANIZACIÓN es hablar de hombres y mujeres emocionalmente capaces de pertenecer y resolver problemas, en esta relación de colaboración y aportes activos se fomenta la participación proactiva y significativa.

saludos cordiales
  Responder
Anónimo dice ...
23/5/2011 11:35
Más acertadas y verdaderas las palabras del prof. Celso Délfor De Souza Nunes no podrían ser.

Me pareció de suma importancia lo que plantea de disminuir las matrículas escolares y así, lo que se invertiría en abrir nuevos cursos, se ahorraría en licencias por psiquiatría o enfermedad, pudiendo brindar una educación de calidad, que es a lo que hemos aspirado tanto gobernantes, educadores, padres y alumnos en general en las últimas décadas. Creo que es una solución muy bien planteada, ya que el hecho de no poder controlar, ni darles a los alumnos el lugar, la atención y el tiempo que les corresponde, es lo que hace que surja tanta conflictividad en el aula.

Saluda con un afectuoso abrazo,
Verónica Scharff
  Responder
Anónimo dice ...
20/11/2011 20:33
Excelente lo expuesto por el profesor Celso. Se nota que conoce la realidad , no solo de escuelas céntricas sino también de escuelas periféricas.Siga aportando su experiencia en pos de una mejor educación.
Sonia.
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Anónimo dice ...
21/9/2013 9:38
Muchisimas gracias por este post, viene de mucha ayuda para una lista de tulraiotes que sereda un cof1azo tener que estar copiando link de descarga y depues usar un programa para ir uno por uno descargando los videos. Gracias. Un saludo.
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Anónimo dice ...
21/11/2011 23:11
Muy interesante el punto donde se destaca la recuperación del diálogo antes que una sación protocolar, por llamarla de alguna manera. Obviamente esto se favorecería si se considera implementar aulas donde la cantidad de alumnos no supere los 20. Sin embargo considero necesario tener en cuenta que siempre existe la posibilidad de diálogo individual y grupal, sin importar la cantidad de alumnos.
Muy buena nota. Saludos Cordiales.
Prof. Abel De Simone
  Responder
Anónimo dice ...
11/4/2012 14:28
De acuerdo con lo expuesto, para hablar de educación de calidad y para todos,sin duda es necesario la inversión y docentes entusiastas; pero también una escuela fuerte en compromisos.
Muy bueno el artículo, Lucrecia.
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Anónimo dice ...
7/7/2013 23:49
Estimado profesor, simplemente lo felicito y le agradezco que se ponga en esta tarea. Estoy en un 100% de acuerdo. Desde mi experiencia personal, siempre apunto al diálogo.. Primero quise ser abogada y al ejercer me di cuenta que las cuestiones que llegan a juicio son por falta de "saber conversar": falta de escucha activa, pensamiento lateral, etc. por eso busqué y busqué, hasta encontrar la mediación... No sabe lo feliz que soy.. colaborando para que la gente se entienda y tengo tan buenos resultados.. luego decidí ser docente... porque creo que lo importante es poder cambiar el "paradigma social" hoy la gente cree que todo se logra por tener mas, por la exclusión, por quien grita mas fuerte... Yo creo en el diálogo y el tiempo... También creo que son necesarios profesores con esperanzas, con ilusiones, con ganas de transmitir no solo el tema del día... mejor dicho, que sean conscientes de que transmiten todo.. ideas, pensamientos, formas de ver la vida... Por eso amo la docencia y espero poder formar ayudar personas que "armen sus esquemas"...
  Responder

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